DE LA GUERRA
JURÍDICA QUE ACECHA LA PATRIA AL ENGAÑO
A LA
INSTITUCION MILITAR
Por el MG Hernando A. Ortiz Rodríguez *
La definición de guerra jurídica puede consultarse en
la internet para comprender su significado, así por ejemplo consigno la
siguiente definición encontrada al azar [1] : La
guerra jurídica se define como “la utilización de la normas legales de un
Estado o la de la comunidad internacional con el fin de obtener victorias
psicológicas sobre el enemigo”. El Doctor Enrique Gómez Hurtado en el articulo
“La guerra jurídica” publicado en septiembre de 2010 sostiene que “Dentro del campo abierto del concepto maoísta que afirma
la necesidad de utilizar “todas las formas de lucha”, sin tener en cuenta
ningún principio moral, ético o de interés para la sociedad, la utilización de
la “guerra jurídica” se ha convertido, quizá, en el principal instrumento que
hoy utiliza el narco-terrorismo subversivo. Es hoy la “forma de lucha
principal”.
De otro lado en entrevistas radiales y
escritas el Señor Procurador General de la nación Alejandro Ordoñez según Blog
Colombian News afirma que “No hay
General, no hay oficial que vaya a salir indemne de esta guerra jurídica y
política. […] No habrá ex presidente que logre quedar por fuera de esa tesis
jurídica que hace parte de una guerra jurídica contra el Estado”.
La existencia de la “guerra jurídica” es
ya reconocida hasta por la misma izquierda; en una entrevista a la revista “Semana”
por el Doctor Iván Orozco[2]
sostiene sobre la guerra jurídica en general y los crímenes de lesa humanidad (argumento para eliminar el
fuero militar) que “Eso tiene que ver con el perrateo del concepto de lesa
humanidad y es un error de la judicatura. Están calificando los crímenes como
de lesa humanidad por su gravedad y eso no tiene nada que ver con el Estatuto
de Roma. La CPI califica los crímenes de lesa humanidad por su carácter
sistemático y masivo. Nuestras cortes están haciendo un ejercicio de memoria
infinita hacia adelante y hacia atrás que, en casos, lo único que se hizo fue
echarle leña al fuego y favorecer la polarización. Afirma además que “Yo digo
que en las cortes hay un pánico moral, una incapacidad para reaccionar
razonablemente frente al problema de la impunidad y una gran incapacidad de ser
selectivos. Si hay algo patético es la sentencia de la Corte Suprema de
Justicia que equipara el concierto para delinquir agravado con un crimen de
lesa humanidad. Eso empantana la Justicia. ¿Qué puede hacer una Fiscalía a la
cual le presentan la guerra colombiana como un bloque de acero constituido todo
por un solo crimen de lesa humanidad?”.
De otro lado y al tiempo que nos dicen desde el mismo Estado
como valientemente y con poco eco nos lo recuerda el señor Procurador,
enfrentamos la guerra jurídica, inexplicablemente salen dos ministros en rueda
de prensa a retirar el proyecto del Fuero Militar que actualmente cursa en el Congreso
con la disculpa facilista que se presentará una reforma a la Justicia Penal
Militar, muy necesaria eso sí, pero diferente al tema del fuero, inentendible retiro por parte del gobierno cuando la
iniciativa fue del legislativo. Resulta desconcertante, recibir la agresión por la
espalda y por parte de quienes supuestamente, están al lado de la fuerza
pública.
De acuerdo a todo lo anterior, para un soldado en
actividad o en retiro no solo es sorprendente es también desmoralizante, se
siente engañado y desamparado, es como si el mismo Estado que le exige dar la
vida si fuere necesario, le reclamara no
solo ese sacrificio supremo, sino
hacerlo lentamente, con dolor prolongado, como si tuviera que aceptar que sus
actuaciones, son siempre ilícitas, sucias y merecedoras del
oprobio, del castigo y de la condena de
la sociedad a la cual como consta en la historia, siempre defendió.
No se trata de que se consagre la impunidad en los
delitos que se cometan, como lo quieren hacer aparecer los enemigos del Estado
y quienes les hacen el juego, nadie lo pretende ni lo entendería, se trata de
tener las mínimas garantías que brinda la existencia de un Fuero Militar,
aquellas que desaparecieron ante el ataque exitoso de la guerra jurídica, la
que lenta pero paciente e inadvertidamente fue avanzando hasta tener
arrinconados y desmoralizados a militares y policías.
No, no se trata de tener un fuero de impunidad, se
trata de tener un fuero que le permita enfrentar la guerra jurídica en la que
el mismo Estado lo obliga enfrentar, pero esta vez con alguna garantía de
imparcialidad y vaya que ironía, con justicia.
Febrero de 2012.
*Del Centro colombiano de pensamiento político-militar
[1] Capítulo II Guerra juridica y judicial; www.envozalta.org; que es una organización uruguaya por los
presos politicos.
[2] Iván Orozco: Profesor de la Universidad de los Andes, miembro del grupo
de memoria histórica de la universidad. Entrevista a la
Revista Semana Online. 19 Feb. 2012.
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