¿Democracia liberal, Comunismo o Populismo?
Disyuntiva de los colombianos de cara a las
elecciones del 2018
“La
democracia liberal necesita de constantes defensas intelectuales”
Eduardo
Posada Carbó
Por: Mayor General (RA) Javier Hernán Arias Vivas, Magíster en Seguridad
y Defensa Nacional de la Escuela Superior de Guerra de Colombia
Resumen:
Este escrito se enfoca a hacer un análisis desde la
perspectiva de las ideas políticas, para ofrecer elementos de juicio que al
final, ayuden a tomar una decisión de votar por los candidatos que mejor le
convengan al país a las instituciones y a las fuerzas armadas.
1.
Introducción
Colombia se alista para votar en dos elecciones en el
2018. La primera, para los miembros del Congreso de la República (11 de marzo)
y la segunda, para Presidente y Vicepresidente de la República (27 de mayo). El
contexto en que estas dos actividades se van a llevar a cabo está signado por
la complejidad: (I)Unas Farc desmovilizadas como grupo armado pero con
disidencias, en franca acción política hacia su principal objetivo que ha
mantenido a lo largo de su historia que es “la toma del poder”; (II) una
opinión pública dividida ideológicamente: unos, que propugnan por una paz a
cualquier precio y otros, en franca crítica hacia un proceso de reconciliación
con las Farc que consideran violatorio de la constitución nacional y de
completa impunidad con los crímenes cometidos por este grupo subversivo; (III) escándalos
de corrupción atribuidos a altos dignatarios del gobierno, de las altas cortes
y de la justicia en general; (IV) un ambiente económico en deterioro por la
inercia del aparato productivo del país y por la parálisis de la inversión y la
prevención de las familias para estimular el gasto; (V) y un ambiente de
inseguridad interna y externa deteriorado por la acción de bandas
delincuenciales y las tensiones que se perciben por la situación que se vive en
Venezuela.
La gran pregunta que muchos colombianos se hacen es
¿Por quienes votar? La respuesta es igual de difícil en medio de la
multiplicidad de ofertas que se encuentran en el mercado político de candidatos
a senadores, representantes, presidente y vicepresidente de la república. Por
lo tanto, este trabajo se enfoca a hacer un análisis desde la perspectiva de
las ideas políticas para ofrecer a los electores, elementos de juicio con el
fin de tomar decisión de votar por los candidatos que mejor le convengan al
país y a sus instituciones.
Para el cumplimiento de este cometido, en primer
lugar, se hará una descripción de las principales características de la
Democracia Liberal enunciando los partidos políticos o movimientos que más se
acercan a esta tendencia ideológica en Colombia. Luego, se abordará brevemente
al Socialismo o Comunismo, teniendo en cuenta cuáles son los movimientos
inscritos en Colombia proclives a esta corriente ideológica. Finalmente, se
analizarán diferentes elementos del universo llamado Populismo y los peligros
que encarna para una Nación como la colombiana.
2.
La democracia liberal
La democracia liberal, es el sistema que combina
armónicamente los conceptos de democracia y liberalismo. Democracia, significa
que “las instituciones políticas descansan sobre los principios fundamentales
siguientes: soberanía popular, elecciones, parlamentos, independencia de los
jueces, libertades públicas, pluralismo político”. Gracias a ello, los
ciudadanos poseen un amplio margen de autonomía y de medios de presión eficaces
sobre los gobernantes (Duverger, 1982, p.51).
En cuanto al liberalismo, el profesor Augusto
Hernández Becerra, en su libro “Las ideas políticas en la historia”, lo
caracteriza de la siguiente manera:
Liberalismo, desde el punto de vista político,
“es la corriente doctrinal que pregona la supremacía de las leyes naturales y
cuyos presupuestos básicos son: la exaltación del individuo y sus derechos, la
fe en el progreso humano, la tolerancia como norma de convivencia, la no
injerencia del Estado en la vida social y económica, el origen parlamentario de
las leyes, la democracia representativa, la supremacía del derecho sobre el
poder político, la igualdad de los hombres, la supremacía de la Constitución en
el ordenamiento jurídico, la concepción del orden político como producto de un
pacto social, la tridivisión de los poderes del Estado como mecanismos para
garantizar la libertad,
Desde la perspectiva del liberalismo económico es
una doctrina que da sustento teórico al desarrollo del capitalismo y evoluciona
paralelamente al liberalismo político. El liberalismo económico está fundado en
la libertad personal, la propiedad privada de todos los bienes, la libre
iniciativa de los individuos para dedicarse a la industria y el comercio con el
ánimo de obtener lucro, la libre competencia como fuerza reguladora de la
producción y de los precios, y el libre juego de los precios y el libre juego
de las leyes económicas naturales o leyes del mercado.
Una breve historia de la democracia, nos señala según
Giovanni Sartori en su obra “Elementos de teoría política”, que la democracia
precedió al liberalismo y éste a la democracia liberal. Desde la antigüedad la
democracia fue asumida en sentido negativo. “Para Aristóteles, la democracia es
la forma corrompida del gobierno de muchos: y ello, porque en la democracia los
pobres gobiernan en su propio interés (en lugar de gobernar en el interés
general)” (2012, p. 36). Continúa Sartori diciendo que:
Durante
milenios el régimen político óptimo se denominó <> (res pública, cosa de todos) y no
democracia. Kant repite una opinión común cuando escribía, en 1795, que la
democracia <>; y los padres
constituyentes de los Estados Unidos eran de la misma opinión pues en los Federalist Papers se habla siempre de <>, y nunca de democracia (salvo para condenarla) (p.29).
Fue a partir de 1848, en cabeza de Tocqueville cuando
expresó que “La democracia y el socialismo están unidos sólo por una palabra,
la igualdad; pero hay que notar la diferencia. La democracia quiere la igualdad
en la libertad, y el socialismo quiere la igualdad (…) en la servidumbre” (Sartori,
2012, p.42). A partir de este momento nace la gran polarización entre
Socialismo y Democracia Liberal, que se profundizó en la llamada Guerra Fría, en
donde se enfrentaron dos ideologías poderosas, la una, el Comunismo, representada
por la URSS, -Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas- y la otra, la
Democracia Liberal, practicada por Estados Unidos, Europa Occidental y sus
aliados y que se desarrolló desde el fin de la Segunda Guerra Mundial en 1945, hasta
el año 1991, que marca el inicio de la caída del Imperio Soviético con su
ideología Socialista.
Enfatizando el anterior argumento,
Eduardo Posada Carbó, en su habitual columna de El Tiempo, afirma:
“¿El
fin de la historia?” es el famoso título del ensayo de Francis Fukuyama
publicado en The National Interest en
1989. Todavía estaba en pie el muro de Berlín. Glasnot y perestroika, las
políticas de Gorbachov, seguían su curso, pero el derrumbe del imperio
soviético ocurriría en 1991. Fukuyama,
no obstante, se adelantó a proclamar el triunfo de la democracia liberal sobre
el comunismo. (Posada, C, 25 de agosto 2017, p.15).
En Colombia, los partidos políticos
que más se acercan a este ideal de la democracia liberal son entre otros: el partido
Liberal Colombiano, el Partido Conservador, el Nuevo Liberalismo, Cambio
Radical, el Partido de la U, y el Centro Democrático; cada uno, con sus características particulares y de
liderazgo, pero en general, dentro de esta órbita.
Sin embargo, el Partido Liberal
Colombiano, de la mano de su líder Alfonso López Michelsen se inscribió en el
año 1999 a la Internacional Socialista como integrante de los partidos
socialistas del mundo, estableciéndose de esta manera una contradicción de
difícil interpretación: ¿Es el partido liberal colombiano, de doctrina Liberal
o Socialista? Esta dualidad, es la razón por la cual algunos políticos señalados
como socialistas o comunistas pertenecen a la nómina de este partido confundiendo
de esta manera al electorado colombiano.
3.
El comunismo o socialismo
Las doctrinas socialistas modernas emergieron a la par
con la revolución industrial que nació inicialmente en Inglaterra a finales del
Siglo XVIII y luego se extendió a toda Europa y a los Estados Unidos. Esta
revolución industrial materializada por invenciones e innovaciones
tecnológicas, trajo consigo profundas desigualdades sociales y brutales
condiciones de vida y de trabajo para los obreros y el surgimiento de una clase
económica opulenta y poderosa que se enriqueció por la producción industrial a
gran escala de productos y bienes de consumo (Hernández, A, 2008, p.291).
Frente a este panorama económico, surgen varios tipos
de socialismo clasificados en utópico, marxista y anarquista. En la búsqueda de
un alivio en la vida de la clase obrera se esgrimen varias propuestas. “Unas
proponen medios exclusivamente pacíficos, otras no descartan el uso de la
fuerza, algunas plantean la revolución violenta y hay las que sostienen que
debe acudirse sencillamente al terrorismo general e indiscriminado” (Ibíd,
p.292).
En este escrito, para su descripción, se escoge al
socialismo marxista o comunista por la importancia de contener las raíces de la
mayoría de los socialismos del Siglo XX y XXI. Raíces, principios y formas de
acción, a las cuales acudirán los líderes de estos movimientos de izquierda una
vez instalados en el poder. Cabe advertir, que el término “Comunismo”, “designa
los regímenes políticos inspirados en ideologías marxistas y, en general, el
conjunto de partidos escindidos en 1919, del movimiento socialista para
agruparse en la III internacional. El filósofo Ludwig von Mises, aclara esta
dualidad de la siguiente manera:
Fue únicamente en 1928, que el programa de la
Internacional Comunista que adoptó el VI Congreso celebrado en Moscú, comenzó a
distinguir entre comunismo y socialismo y no solamente entre los comunistas y
los socialistas…Conforme a esta nueva doctrina
existe una tercera etapa en la evolución económica de la humanidad, entre la
etapa histórica del capitalismo y la del comunismo, esto es, la del socialismo.
Este es un sistema social que se basa en el control público de los medios de
producción y en la dirección total de todos los procesos de la producción y de
la distribución, por conducto de una autoridad central planeadora. Desde este
punto de vista es igual al comunismo, pero difiere de él en que no hay igualdad
en las porciones que se reparten a cada individuo para su propio consumo (…)
(Mises, 1968, p.566)
Con
lo anterior, se aclara que es apropiado designar indistintamente al socialismo
marxista como comunismo.
Consiste
el Socialismo marxista o Comunismo, en un sistema político de carácter
totalitario que enfatiza sobre: (I) Abolir la propiedad privada; (II) Eliminar
las clases sociales a través de la dictadura del proletariado; (III) Empleo de
todas las formas de lucha para la toma del poder; (IV) Tomarse el poder una
Nación para implantar la “dictadura del proletariado”; (V) No existen los
incentivos para que los particulares participen en el progreso; (VI) Purgas
internas para neutralizar intentos de opinión o actuación diferente a los
profesados por el gobierno; (VII) Existen dos documentos rectores: El Capital y
el Manifiesto Comunista; (VIII) El régimen es de un Estado policial que vigila
permanentemente la opinión y las actividades de la población; (IX) El Estado
planea, produce, almacena y distribuye los bienes de consumo; (X) Existencia
sólo de un partido político: El Comunista.(Sabine, 2006, pp.595-605)
Ahora
bien, dice el profesor Andrés de Francisco, que “no hay en la tradición
marxista una teoría del socialismo mínimamente articulada (…) Este gigantesco
experimento social -la construcción del socialismo- degeneró, como hoy ya nadie
ignora, en la tiranía de un partido macrocefálico, en la corrupción burocrática
y en la esclerosis económica” (De Francisco, 1994, p.236).
Tras la generalización del descrédito
de la ideología socialista marxista o comunismo, a partir de 1989, -inicio de
la caída de la URSS- los actuales partidos llamados de izquierda,
que tienen sus raíces cercanas o lejanas en esta ideología política, se
reorientan permanentemente para acoger, junto a la tradicional identidad
economicista, la reivindicación de causas políticas y culturales propias de
cada país o región (Ramírez, 2005, p.245).
Y en esta esfera, se inscriben las
diferentes corrientes políticas colombianas tales como el partido Comunista
Colombiano, Marcha Patriótica, el Polo Democrático del senador Jorge Robledo,
Alianza Verde de Claudia López, Compromiso Ciudadano del exalcalde de Medellín
Sergio Fajardo, el Partido Progresista de Gustavo Petro y el recientemente
creado partido de las FARC (Vargas M, 10 de septiembre 2017, p.7).
Es así que, para las elecciones del
2018 en Colombia los movimientos y partidos de la izquierda colombiana, se
están apropiando de temas coyunturales tales como: la defensa del medio
ambiente y la lucha contra la minería extractiva de gran escala (Polo
Democrático y Alianza Verde); la defensa de los derechos humanos (Partido
Progresista); la lucha contra la corrupción (Alianza Verde y Polo Democrático);
Crisis en la salud y en la educación (Compromiso Ciudadano) la defensa de las
minorías étnicas (Marcha patriótica); la defensa de la paz (FARC); y,
últimamente, la defensa de los acuerdos de La Habana entre el gobierno
colombiano y las guerrillas de las FARC.
4.
Los peligros del populismo en las próximas elecciones
El populismo nace de un líder carismático que es
percibido como parte del pueblo, y que, como parte de este, entiende sus
problemas y dificultades. Generalmente, los líderes populistas explotan el
sentimiento de opresión de las masas y las injusticias sociales para
movilizarlas en contra de las élites sociales o políticas (Banco de la República,
2017, p.2). Así, por ejemplo, cuando Hugo Chávez asumió el poder en Venezuela
en 1998, lo hizo, antecedido por un furor popular cansado de la corrupción y la
decadencia de la justicia y de los partidos políticos.
En apoyo del anterior concepto, el economista Carlos
Caballero Argáez, en su columna de El Tiempo del 8 de julio de 2017, afirma:
Un populista “divide al mundo en un pueblo virtuoso,
de un lado, y unas elites corruptas y amenazantes, de otro” (Martín Wolf, Orígenes económicos de la oleada populista,
Portafolio 1 y 2 de julio de 2017, p.23). El “antielitismo” es una
característica. Otra sería el “anti pluralismo”, un peligro para la democracia.
El populista considera que sus competidores son inmorales y corruptos y, por
supuesto al llegar al poder no reconocen a la oposición como legítima (…) no
confían en las instituciones, en las cortes en los medios de comunicación, en
la burocracia o en las reglas monetarias. Sospechan de los mercados libres y
del libre comercio (…) En Colombia, la irresponsabilidad es otra característica
del populismo. Uno no entiende el afán
populista del legislativo de aprobar gastos que el pueblo parece no estar
pidiendo (…) si a esto se suma la campaña electoral en este entorno mundial y
en medio de la polarización interna, la tecnocracia tiene motivos para estar
inquieta sobre el futuro de Colombia (p.27)
A lo precedente, habría que agregarle
otra característica igual de grave de un populista, y es el hecho, de que tan
pronto llega al poder, de inmediato ambienta y lleva a cabo una asamblea
constituyente, para mediante una nueva constitución política, cambiar las
estructuras de un país y lo que es más perturbador, perpetuarse en el poder tal
como está sucediendo en Venezuela y Cuba.
De la misma manera, el populista sabe
que en el poder de las armas de las fuerzas militares y de policía, se
encuentra el peligro para impedir sus fines, por lo tanto, hay que
debilitarlas, conquistarlas, penetrarlas, cambiar los mandos no adeptos. Se
debilitan, disminuyendo su presupuesto y mediante la amenaza de cárcel a través
de la Jurisdicción Especial para la Paz. Se conquistan, mediante dádivas,
concesiones y privilegios. Se penetran, mediante un nuevo modelo de doctrina y
educación militar. Se cambian mandos, asegurando el ascenso y promoción de los que
muestren lealtad al nuevo régimen.
5.
Conclusión
El electorado, tiene que estar atento a la escogencia
de sus candidatos y en sus análisis, debe contemplar los engaños a los cuales
puede estar sometido. ¿Por quién votar? Hay que votar por un candidato que
ofrezca las mayores y mejores garantías de libertad en todos los aspectos,
progreso, respeto a la Constitución y las Leyes, respeto a la propiedad
individual y a las instituciones. En síntesis, hay que votar por un demócrata
liberal de reconocida solvencia moral y lealtad a los ideales y causas que
encarna.
De otro lado, hay que desechar de forma contundente a
los candidatos populistas asociados a las ideas socialistas o comunistas porque
ellos son el germen del totalitarismo, de la privación de las libertades
individuales, de la abolición de la iniciativa privada, del irrespeto a la
Constitución y las Leyes y de la concentración de la autoridad en el ejecutivo,
en detrimento de los otros órganos del poder. Colombia no puede convertirse en
otra Cuba o Venezuela.
Recordar que en partidos de tradición demócrata
liberal se esconden o camuflan políticos de corrientes opuestas que una vez en
el poder, inclinan su balanza hacia las determinaciones que favorezcan su verdaderos
ideales o intereses.
Las Fuerzas Armadas de Colombia, en este ambiente de
polarización, de crisis económica y social y de incertidumbre en la cual se
encuentra el país, tienen también un futuro no claro, especialmente en cuanto
al presupuesto para cumplir su misión, su desarrollo y bienestar de los hombres
en actividad y en retiro, así como, con los riesgos que encarna la Jurisdicción
Especial para la Paz convenida en los acuerdos de La Habana con las Farc. La
reserva activa tiene que estar unida y votar por los que convengan al interés
general de la Nación y a su propia utilidad. Es decir, por un demócrata liberal
de firmes convicciones republicanas.
Referencias
Caballero A, Carlos. (2017). La horrible realidad del populismo. El Tiempo del sábado 8 de julio
de 2017. Bogotá: El Tiempo
De Francisco, Andrés. (1994). Del Ideal socialista a
la teoría del socialismo. Revista de Estudios Políticos (Nueva Época), No.85,
julio-septiembre 1994, 235-260. Madrid, España. Recuperado de https://dialnet.unirioja.es/servlet/revista?codigo=1166
Duverger, Maurice. (1982). Instituciones políticas y derecho constitucional. Barcelona:
Editorial Ariel
Hernández, B, Augusto. (2008). Las ideas políticas en la historia. Bogotá: Universidad Externado
de Colombia.
Mises, Ludwig von. (1968). Socialismo. Buenos Aires, Argentina: WB
Ramírez, Q, Clímaco. (2005). Ideas democráticas y regímenes totalitarios. Bogotá: Editorial 8
Serie, Universidad Militar Nueva Granada.
Sabine, George. (2006). Historia de la teoría
política. México: Fondo de Cultura Económica
Sartori, Giovanni. (2012). Elementos de teoría política. Madrid: Alianza Editorial
Subgerencia Cultural del Banco de la República.
(2015). Populismo (y Neo-populismo).
Recuperado de: http://www.banrepcultural.org/blaavirtual/ayudadetareas/politica/populismo_y_neo_populismo
Vargas, Mauricio. (2017). La izquierda en 2018. El Tiempo
del 10 de septiembre de 2017. Bogotá: El Tiempo
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