¿Las altas Cortes pedirían perdón
al pueblo colombiano?
Quien lo creyera. ¡La moral en alto
está en este momento en poder de los terroristas, y no en el pueblo colombiano,
ni en sus instituciones armadas!
Las altas Cortes, como cabezas
visibles de este sistema judicial tan cuestionado y tan desprestigiado,
deberían pronunciarse de inmediato, y pedir perdón a la nación entera, por todo
el daño que le vienen causando algunos de sus jueces y magistrados, a la institucionalidad
del país, al mismo pueblo colombiano y en particular, a todos aquellos que nos
defienden como miembros de nuestras Fuerzas Militares.
Para el bien y para el futuro de
Colombia, los distintos sectores de nuestra sociedad civil, tales como gremios,
prensa, iglesia católica, ciudadano común, deben actuar de inmediato para
desagraviar y rodear a nuestros heroicos soldados, que ante la indolencia e
indiferencia de todos o de muchos, se convirtieron en sus principales víctimas.
Ellos y sus comandantes,
constituyen el objetivo principal de una habilidosa estrategia de lucha,
orquestada por la extrema izquierda, nacional e internacional, para causar su
desmoralización y ganar así, la guerra política que sistemática y exitosamente,
vienen desarrollando en distintos estrados judiciales.
Nuestras continuas victorias en el
campo de combate, han disminuido notoriamente. Esa percepción de seguridad que
antes existía, y de la cual nos ufanábamos y nos sentíamos orgullosos y
tranquilos, también ha disminuido. Todo esto, óigase bien, no es otra cosa que
la gravísima resultante de esa persecución sin tregua que adelanta este torcido
sistema contra nuestros heroicos combatientes.
Un ejército desmotivado y sin
suficiente moral, pierde de inmediato su voluntad de lucha (instrumento vital
para lograr la victoria) y aquí o en cualquier otro lugar del mundo, termina
fulminantemente derrotado.
Quien lo creyera. La moral en alto,
esta en este momento en poder de los terroristas y no en el pueblo colombiano,
ni en sus instituciones armadas. Continuarán golpeándonos desde la otra orilla,
en evidente alianza con algunos Jueces de la Republica, grupos políticos
simpatizantes, periodistas afectos, ONG´s nacionales e internacionales
disfrazadas como organismos de derechos humanos, colectivos de abogados, países
vecinos que los protegen, y muchos otros enemigos ocultos, que desde la
oscuridad los favorecen. Esta es una vieja estrategia política y de tipo
militar, que los terroristas siempre han utilizado con singular maestría, cuando
se les brinda como ahora, la oportunidad de explotar el éxito alcanzando.
Triste y preocupante haber llegado
a esta peligrosa situación, que desde hace algún tiempo, se veía venir a pasos
agigantados. No ha sido sorpresa para nadie.
La impunidad manifiesta contra todo
lo que signifique la extrema izquierda, la falta de ética e inexplicable
conducta de la mayoría o casi totalidad de sus funcionarios, la politización
creciente y evidente, la ausencia de profesionalismo, la incapacidad técnica,
el revanchismo, etc. y sobre todo, la total desconfianza que ha generado en
todo el pueblo colombiano, impone una reforma contundente para eliminar de un
solo tajo, tanto vicio, tanta vergüenza y tanta ignominia. Estos si son unos
verdaderos motivos para dar marcha atrás, y para que nuestras altas Cortes
pidan publica y gallardamente perdón al pueblo colombiano. No es el ejército,
el que según ellos, debe hacerlo por defender la patria.
¡Este otrora tan reconocido y
respetable sistema judicial, ha colapsado...!
Esto es lo que pienso como ciudadano
y como soldado de la República.
Brigadier
General Jaime Ruiz Barrera
Reserva
Activa Ejército Nacional
* Miembro del Centro Colombiano de
Estudios Políticos y Militares y Candidato a la Presidencia de ACORE 2012
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