DE LA HABANA VIENE UN BARCO CARGADO DE… INCERTIDUMBRE!
MG Ricardo
Rubianogroot Román
El proceso en la Habana sigue su marcha; una ronda más se inicia en estos días, las
FARC continúan haciendo propuestas
públicas, comunicados, sus propios análisis,
suspenden las conversaciones cuando así lo consideran, dan entrevistas
por doquier a tantos periodistas como se lo solicitan, son vedettes; el Gobierno por su lado habla poco al
respecto, no se manifiesta, además de ello se aprecia que en la dinámica de esta
“aventura”, ha dado un giro que bien podría traer
inconveniencias.
En su inicio se fijaron
unas reglas, se pactó como norma inalterable la presencia de unos plenipotenciarios de
cada una de las partes que discutirían y tomarían en conjunto decisiones de los
seis puntos del acuerdo o agenda pactada por más de nueve meses, al final de cada uno de los ciclos y terminado cada uno de los temas, se daría un
reporte oficial para que los interesados, el pueblo Colombiano, se enterara en
forma oficial de los avances y acuerdos logrados. Ello no se ha cumplido a
cabalidad.
Se habló que para
discutir y tomar decisiones solo se haría por parte de los plenipotenciarios, en
forma incomprensible el Gobierno en dos oportunidades se ha enterado de la
presencia de Congresistas en la Habana, una ya se cumplió con autorización y
anuencia de la Presidencia y la otra que
esta próxima, no ha tenido el aval.
Puede deducirse que con
la presencia de Congresistas en la Isla, será más difícil para el Doctor De la
Calle y demás plenipotenciarios continuar el ritmo que aunque, es lento, se volverá aún más. Imponer orden y celeridad ante la
desbandada de peticiones de las Farc, será acción titánica, pues procurarán conseguir más beneficios para su causa ante los congresistas que los visitan, que facilitarían sus peticiones sin la intermediación de los plenipotenciarios negociadores.
Van periodistas de
todas las tendencias como los últimos, Holman Morris, Antonio Caballero,
políticos como Álvaro Leyva, el hijo del
Doctor Serpa, en fin, ese escenario se convirtió en un carnaval de ilusiones, de
libertinaje, oportunidades y oportunistas. Se puede afirmar que el proceso se “Caguanisó”
pero con pasaporte y Varadero.
Ante ese panorama
palpable y evidente, ninguna acción gubernamental se ha dado.
De otra parte, lo que se
ha visto en los últimos días con una decisión no pactada, me refiero al que
será el mecanismo de refrendación de lo que se acuerde en la mesa, el ya famoso
e ilustre referéndum, no fue concertado
en conjunto, solo unilateralmente, en este caso por el Gobierno; solo por un
momento pensemos en un caso hipotético y contrario, las FARC inconsultamente
pretendieran imponer una determinada acción en este proceso, seria ello
factible?
Si el gobierno decidió
dialogar, debe cumplir con las reglas pactadas. Una situación como la
mencionada solo genera desconfianza en un proceso que de por sí, tiene varios bemoles.
Lo que entendía el
común de la gente es que se escogería un punto y se trabajaría hasta
finalizarlo, así sucedió solo en el primero: el “tema agrario”, aunque es sabido que quedaron algunos
aspectos PENDIENTES; ya en el segundo tema seleccionado
“participación en política”, se está
deliberando sobre ese tema y de los otros temas de la agenda de acuerdo a lo expresado
por el mismo Doctor De la Calle. No es una
estrategia conveniente abrir esa ventana y salirse de una línea que además que imprime un orden lógico, permite agilizar; el tiempo está en contra del Gobierno, lo que implica un gran riesgo, la premura y el
involucramiento de varios actores, puede llevar a cometer errores en un tema de
tanta trascendencia como lo es el futuro de Colombia.
Esperemos que en la Habana no esté pasando lo
que expresó hace unos días Cecilia
López-ex Ministra de Agricultura,
refiriéndose a los negociadores del TLC,”Nuestros negociadores, muy buenos técnicos seguramente,
desconocieron la situación a la que se enfrenta nuestro sector rural,
especialmente los 11 millones de campesinos. Y no escucharon ninguna de las
advertencias que se hicieron desde la academia y en el Congreso”.
Alrededor del proceso que se lleva en Cuba, hay varias alarmas, incertidumbre
y preocupación, no las desconozcan señores negociadores y Gobierno.
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