LOS GESTORES DE PAZ Y LAS ONG DE IZQUIERDA
El País no sale de su asombro, pero tampoco critica la posición del primer mandatario al nombrar como gestores de paz a dos reconocidos asesinos de las FARC, asesinos por los cuales el señor Presidente increpaba en consejos comunitarios a la Fuerza Pública para que los capturaran o los dieran de baja, asesinos por los cuales existían jugosas recompensas a quien diera información sobre su ubicación y facilitara su captura, asesinos que causaron la muerte de centenares de miembros de la Fuerza Pública y de la comunidad civil, asesinos que han sido denunciados reiteradamente por el Estado, por los órganos investigativos y por sus victimarios y que hoy ven con horror, como estas lacras sociales triunfantes salen de la cárcel, para ejercer a nombre de un gobierno, que se supone cultor de la justicia social y respetuoso de la ley, gestiones como ponderados ciudadanos, calificados personajes y limpios de toda culpa a fungir de promotores de la paz. Vaya giros inesperados de la política y tamaña afrenta para la Fuerza pública.
¿Cual es el mérito de estos asesinos para recobrar la libertad? El pueblo Colombiano lo sabe pero no lo dice, ser de las FARC, en Colombia si bien no es una amalgama, los matriculados en esas líneas, tienen el derecho a violar todas las leyes, a asesinar sin piedad, a secuestrar, a cometer actos terroristas; es decir a ejecutar todo tipo de delito contra el pueblo Colombiano y después con cualquier manifestación verbal o gesto bondadoso, obtienen patente de corso para salir a disfrutar de la libertad, con todas las prebendas y desde luego con sueldo del Gobierno, dinero fruto del pago de los impuestos que diariamente nos ahogan.
Su salida está servida en bandeja de plata para las FARC, las autodefensas y la propia izquierda recalcitrante, cual más de afanosa por atentar contra sus vidas, pues la orquestación ya está armada para endilgarle responsabilidades al Estado, a las fuerzas del orden y al propio gobierno, que no se si pecando de ingenuo, se lanza a semejante despropósito, sin una valoración de consecuencias y el daño moral a todas las gentes de bien.
Un incontable número de oficiales, incluidos destacados generales, quienes en su momento lucharon contra la horda de facinerosos,, siguen siendo sometidos a implacables investigaciones; a una violación sistemática de sus derechos, a la defensa y al buen nombre, en donde sus nombres y procesos, son razón y causa de estímulo a investigadores con claro sesgo de daño, que fungen desde sus posiciones de dueños de la verdad, a la causa de una guerra jurídico política infame, que sirve muy bien a la causa de los incapaces de enfrentar a las tropas y remoza una urdida campaña de desprestigio en contra de la Fuerza Pública, no importa que los procesos en contra del principio constitucional de cosa juzgada se viole reiteradamente.
¿Que dirían las ONG de izquierda si el señor Presidente de la República se le ocurriera nombrar a un grupo de militares investigados por combatir la subversión, como gestores de paz? ¿Cuantas marchas de protesta se llevarían a cabo? ¿Cuantas demandas ante los organismos Internacionales se llevarían a efecto? ¿Que precio a nivel Internacional tendría que pagar el Estado Colombiano por esta afrenta contra los derechos humanos y contra el derecho Internacional Humanitario? ¿Cuantos días la prensa Nacional e internacional atacaría esta decisión presidencial? Realmente no hay respuesta a estos interrogantes, pero se trata de indultar a un criminal de las FARC con delitos comprobados, con acusadores activos como el Padre de un policía que denunció que Karina había castrado a su hijo; como las acusaciones de la Chiva Cortes por lo que sufrió durante su secuestro, como la del ingeniero Jaime Jaramillo Panesso quien sufrió por el asesinato de su hijo de 40 años a manos de Karina?.....Para que seguir relatando atrocidades de estos dos personajes hoy brillantes gestores de paz, quienes ya con el aval del Gobierno disfrutan de una libertad que sus actos criminales quitaron a miles de Colombianos?.,
No olvidemos que su entrega no se debió a ningún acto de buena voluntad, sino a la presión del Ejército que cumplía lo ordenado por el primer mandatario de perseguirlos hasta su captura. Si ese puñado de soldados que exponían sus vidas en procura de cumplir lo mandado por el Presidente, hubiera sabido el desenlace de este episodio, de seguro no hubieran cumplido su tarea con tanto esmero y dedicación, ejecutado implacable y sostenida presión para que Karina se entregara para pagar por sus crímenes.
Quedan muchos interrogantes en este episodio, el País es pasivo, no mira con ojo crítico el devenir de los acontecimientos a no ser que les afecte en lo personal, pero si eso sucede los rechazos son individuales y sin repercusiones, los que no militan en la izquierda, no tienen capacidad de convocatoria, ni de defensa de sus derechos, no tienen además vocación de denunciantes, ni de manifestantes así les violen sus derechos, aceptan cual mansos corderos las decisiones del Estado, sin importar que estas afecten sus derechos individuales o colectivos y dejan pasar las oportunidades sin medir el futuro ni las consecuencias de su pasividad.
Seria saludable que la prensa tan acuciosa en otros episodios de la vida Nacional, que se presta para debatir cualquier declaración así se atente contra la Dignidad de la República; que no escatima esfuerzos para que el peso de la Justicia caiga contra los servidores de la Patria cuando cometen algún delito o sean acusados de cometerlo, repito seria saludable que esa prensa investigara porque las ONG(s) de izquierda, los dirigentes del Polo democrático, y todos aquellos que a diario atacan el estamento Militar y las decisiones del Presidente de la Republicano se han pronunciado en contra de esta medida que es vista ante los ojos de la comunidad nacional e internacional, como aberrante y desmoralizante para los soldados que a diario exponen sus vidas por lograr la pacificación de la Patria.
La decisión esta tomada, el hecho esta cumplido, los asesinos de miles de servidores públicos, hoy están disfrutando de una libertad aparentemente condicionada y miles de esos mismos servidores públicos hoy enfrentan cargos con o sin razón por haber cometido el delito de defender la institucionalidad de la República y cumplir con el fiel juramento de defender a la Patria hasta con la vida si fuere necesario.
Si a Karina la nombraron gestora de Paz, ¿Que cargo le darían al Mono Jojoy, a Romaña, a Alfonso Cano y a los otros cabecillas de las FARC que tienen un prontuario mucho más criminal que Karina? ¿Ministros de Defensa, Altos comisionados para la Paz, Ministros de Justicia, Defensores del Pueblo?, faltaran cargos para esos ilustres asesinos. .. .
Mayor General LUIS HERNANDO BARBOSA HERNANDEZ
Magíster en Defensa y Seguridad Nacionales
El País no sale de su asombro, pero tampoco critica la posición del primer mandatario al nombrar como gestores de paz a dos reconocidos asesinos de las FARC, asesinos por los cuales el señor Presidente increpaba en consejos comunitarios a la Fuerza Pública para que los capturaran o los dieran de baja, asesinos por los cuales existían jugosas recompensas a quien diera información sobre su ubicación y facilitara su captura, asesinos que causaron la muerte de centenares de miembros de la Fuerza Pública y de la comunidad civil, asesinos que han sido denunciados reiteradamente por el Estado, por los órganos investigativos y por sus victimarios y que hoy ven con horror, como estas lacras sociales triunfantes salen de la cárcel, para ejercer a nombre de un gobierno, que se supone cultor de la justicia social y respetuoso de la ley, gestiones como ponderados ciudadanos, calificados personajes y limpios de toda culpa a fungir de promotores de la paz. Vaya giros inesperados de la política y tamaña afrenta para la Fuerza pública.
¿Cual es el mérito de estos asesinos para recobrar la libertad? El pueblo Colombiano lo sabe pero no lo dice, ser de las FARC, en Colombia si bien no es una amalgama, los matriculados en esas líneas, tienen el derecho a violar todas las leyes, a asesinar sin piedad, a secuestrar, a cometer actos terroristas; es decir a ejecutar todo tipo de delito contra el pueblo Colombiano y después con cualquier manifestación verbal o gesto bondadoso, obtienen patente de corso para salir a disfrutar de la libertad, con todas las prebendas y desde luego con sueldo del Gobierno, dinero fruto del pago de los impuestos que diariamente nos ahogan.
Su salida está servida en bandeja de plata para las FARC, las autodefensas y la propia izquierda recalcitrante, cual más de afanosa por atentar contra sus vidas, pues la orquestación ya está armada para endilgarle responsabilidades al Estado, a las fuerzas del orden y al propio gobierno, que no se si pecando de ingenuo, se lanza a semejante despropósito, sin una valoración de consecuencias y el daño moral a todas las gentes de bien.
Un incontable número de oficiales, incluidos destacados generales, quienes en su momento lucharon contra la horda de facinerosos,, siguen siendo sometidos a implacables investigaciones; a una violación sistemática de sus derechos, a la defensa y al buen nombre, en donde sus nombres y procesos, son razón y causa de estímulo a investigadores con claro sesgo de daño, que fungen desde sus posiciones de dueños de la verdad, a la causa de una guerra jurídico política infame, que sirve muy bien a la causa de los incapaces de enfrentar a las tropas y remoza una urdida campaña de desprestigio en contra de la Fuerza Pública, no importa que los procesos en contra del principio constitucional de cosa juzgada se viole reiteradamente.
¿Que dirían las ONG de izquierda si el señor Presidente de la República se le ocurriera nombrar a un grupo de militares investigados por combatir la subversión, como gestores de paz? ¿Cuantas marchas de protesta se llevarían a cabo? ¿Cuantas demandas ante los organismos Internacionales se llevarían a efecto? ¿Que precio a nivel Internacional tendría que pagar el Estado Colombiano por esta afrenta contra los derechos humanos y contra el derecho Internacional Humanitario? ¿Cuantos días la prensa Nacional e internacional atacaría esta decisión presidencial? Realmente no hay respuesta a estos interrogantes, pero se trata de indultar a un criminal de las FARC con delitos comprobados, con acusadores activos como el Padre de un policía que denunció que Karina había castrado a su hijo; como las acusaciones de la Chiva Cortes por lo que sufrió durante su secuestro, como la del ingeniero Jaime Jaramillo Panesso quien sufrió por el asesinato de su hijo de 40 años a manos de Karina?.....Para que seguir relatando atrocidades de estos dos personajes hoy brillantes gestores de paz, quienes ya con el aval del Gobierno disfrutan de una libertad que sus actos criminales quitaron a miles de Colombianos?.,
No olvidemos que su entrega no se debió a ningún acto de buena voluntad, sino a la presión del Ejército que cumplía lo ordenado por el primer mandatario de perseguirlos hasta su captura. Si ese puñado de soldados que exponían sus vidas en procura de cumplir lo mandado por el Presidente, hubiera sabido el desenlace de este episodio, de seguro no hubieran cumplido su tarea con tanto esmero y dedicación, ejecutado implacable y sostenida presión para que Karina se entregara para pagar por sus crímenes.
Quedan muchos interrogantes en este episodio, el País es pasivo, no mira con ojo crítico el devenir de los acontecimientos a no ser que les afecte en lo personal, pero si eso sucede los rechazos son individuales y sin repercusiones, los que no militan en la izquierda, no tienen capacidad de convocatoria, ni de defensa de sus derechos, no tienen además vocación de denunciantes, ni de manifestantes así les violen sus derechos, aceptan cual mansos corderos las decisiones del Estado, sin importar que estas afecten sus derechos individuales o colectivos y dejan pasar las oportunidades sin medir el futuro ni las consecuencias de su pasividad.
Seria saludable que la prensa tan acuciosa en otros episodios de la vida Nacional, que se presta para debatir cualquier declaración así se atente contra la Dignidad de la República; que no escatima esfuerzos para que el peso de la Justicia caiga contra los servidores de la Patria cuando cometen algún delito o sean acusados de cometerlo, repito seria saludable que esa prensa investigara porque las ONG(s) de izquierda, los dirigentes del Polo democrático, y todos aquellos que a diario atacan el estamento Militar y las decisiones del Presidente de la Republicano se han pronunciado en contra de esta medida que es vista ante los ojos de la comunidad nacional e internacional, como aberrante y desmoralizante para los soldados que a diario exponen sus vidas por lograr la pacificación de la Patria.
La decisión esta tomada, el hecho esta cumplido, los asesinos de miles de servidores públicos, hoy están disfrutando de una libertad aparentemente condicionada y miles de esos mismos servidores públicos hoy enfrentan cargos con o sin razón por haber cometido el delito de defender la institucionalidad de la República y cumplir con el fiel juramento de defender a la Patria hasta con la vida si fuere necesario.
Si a Karina la nombraron gestora de Paz, ¿Que cargo le darían al Mono Jojoy, a Romaña, a Alfonso Cano y a los otros cabecillas de las FARC que tienen un prontuario mucho más criminal que Karina? ¿Ministros de Defensa, Altos comisionados para la Paz, Ministros de Justicia, Defensores del Pueblo?, faltaran cargos para esos ilustres asesinos. .. .
Mayor General LUIS HERNANDO BARBOSA HERNANDEZ
Magíster en Defensa y Seguridad Nacionales
Comentario del MG javier Arias Vivas:
Si estos dos sujetos nombrados "Gestores de Paz", empiezan a dar a conocer a la opinion publica, como en efecto ya empezaron a hacerlo, sobre las manipulaciones, las mentiras, las masacres, los secuestros, las extorsiones por las que han transitado las FARC. Tambien, informar sobre los vinculos reales de muchos personajes de la vida nacional e internacional incluyendo organizaciones y asi nosotros poder presionar a la Justicia colombiana para que empiecen las investigaciones de la llamada FARCPOLITICA, podriamos darnos por bien servidos y tragarnos este majestuoso sapo.
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