miércoles, 14 de diciembre de 2011

La Opinión del día

MEMORIA FRAGIL…HISTORIA TERGIVERSADA
  
Por el Mayor General Hernando A. Ortiz Rodríguez*

Como ciudadano del común veo los noticieros de televisión y me llamó poderosamente la atención que en una noticia se referían a un Colegio del Distrito Capital llamado “Carlos Pizarro Leongomez”, inmediatamente confirmé si había entendido mal; la información fue repetida varias veces por varios noticieros lo cual me dejó reflexionando un buen rato, reflexión que deseo compartir en estas líneas.

No conozco los parámetros que llevan a las autoridades a seleccionar el nombre de las instituciones educativas del Estado pero estoy seguro que ellos tienen en cuenta las calidades de ciudadano, de su aporte a la educación o a la patria lo cual me parece correcto para no hilar delgado.


Partiendo de lo anterior me pregunté quien fue Pizarro Leongómez  y me di a la tarea de investigar un poco con fines de objetividad, su trayectoria y aporte encontrando en diferentes fuentes lo siguiente:

De sus 39 años de vida estuvo vinculado a las FARC y al M19 por 22 años, hizo un paso fugaz por la universidad y participó como cabecilla del secuestro y asesinato del dirigente sindical José Raquel Mercado paradójicamente el 19 de Abril de 1976, en el aniversario de su movimiento terrorista, secuestro y asesinato del ex ministro Hugo Ferreira 1977, toma de la embajada de República Dominicana en 1980, toma del Palacio de Justicia 1985, asesinato de Gloria Lara de Echeverri en 1982 , secuestro y asesinato de industriales, múltiples emboscadas y asesinato de soldados y policías. Finalmente se acogió a una amnistía y se convirtió en candidato a la Presidencia de la República, siendo asesinado por las autodefensas de Castaño en 1989. Ese  fue su legado, su ejemplo y su aporte en la construcción y fortalecimiento de nuestra democracia; su asesinato fue catalogado como de lesa humanidad por nuestras autoridades judiciales.

Así las cosas, me explico ahora los valores, la historia y todo lo referente a construcción de patria que la educación estatal aporta en la niñez y la juventud colombiana; muchos  de ellos sabrán alguna versión de la biografía de este personaje y ahí con temor me surgió la siguiente pregunta: ¿Perdí el tiempo como soldado? vino a mi mente el nombre de algunos mártires militares de prístina actuación, de incuestionable servicio a Colombia y cuyos nombres al paso del tiempo inclusive en el medio militar tendemos a olvidar y por ende a poco exaltar; nuestras generaciones militares nuevas conocen quienes  fueron los Generales Fernando Landazábal Reyes, Carlos Julio Gil Colorado, Ramón Arturo Rincón Quiñones? No lo creo, mucho menos la juventud;  ¿Cuantos Oficiales, Suboficiales, Soldados y humildes ciudadanos en cumplimiento de misiones en búsqueda de la paz han ofrendado su vida por Colombia y quizás con suerte solo sus familias los recuerden? ¿Cuántos educadores, verdaderos apóstoles de la enseñanza han sido exaltados por su obra?

Por todo lo reflexionado  he llegado a  la conclusión que nuestra situación actual fue ayudada a formar por el olvido, el desinterés, la apatía y la inversión de valores que poco o nada sirven para fortalecer el sentido de patria y colombianidad que tanto hacen falta para lograr la solución de los problemas que nos aquejan; para exaltar sus valores y ejemplo que motive a  las nuevas generaciones, que reconozcan el esfuerzo de quienes ayudaron a labrar y forjar a Colombia, aquellos  amantes verdaderos y legítimos de nuestra patria, no por criminales equivocados  y fanáticos que sembraron de sangre nuestros campos y de dolor nuestros hogares.

No por soñador se hace este antisocial, que ciertamente lo fue, acreedor al olvido de sus abominables crímenes ni mucho menos a que su nombre sea exaltado ante las nuevas generaciones de niños que están en proceso de formación. La guerra que perdiera el M-19 en el campo de batalla, no muy sutilmente la adelanta con éxito en otros campos. Ojalá que el pobre ejemplo de la vida de este malhechor no sea el que ilumine a los menores que en aquel centro de enseñanza reciben educación; ojalá que sus profesores los guíen por el camino del bien y no por el tortuoso sendero de la maldad y el terrorismo que marcó la existencia de este funesto personaje, en mala hora elevado a categoría de ejemplo por sus admiradores del Polo Democrático.

Bogotá, 14 de Diciembre de 2011

*Miembro del centro colombiano de pensamiento político-militar


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