sábado, 24 de diciembre de 2011

FELIZ NAVIDAD

Feliz Navidad y
Venturoso año 2012
Son los deseos del Equipo de Reserva Activa de Colombia

miércoles, 14 de diciembre de 2011

La Opinión del día

MEMORIA FRAGIL…HISTORIA TERGIVERSADA
  
Por el Mayor General Hernando A. Ortiz Rodríguez*

Como ciudadano del común veo los noticieros de televisión y me llamó poderosamente la atención que en una noticia se referían a un Colegio del Distrito Capital llamado “Carlos Pizarro Leongomez”, inmediatamente confirmé si había entendido mal; la información fue repetida varias veces por varios noticieros lo cual me dejó reflexionando un buen rato, reflexión que deseo compartir en estas líneas.

No conozco los parámetros que llevan a las autoridades a seleccionar el nombre de las instituciones educativas del Estado pero estoy seguro que ellos tienen en cuenta las calidades de ciudadano, de su aporte a la educación o a la patria lo cual me parece correcto para no hilar delgado.


Partiendo de lo anterior me pregunté quien fue Pizarro Leongómez  y me di a la tarea de investigar un poco con fines de objetividad, su trayectoria y aporte encontrando en diferentes fuentes lo siguiente:

De sus 39 años de vida estuvo vinculado a las FARC y al M19 por 22 años, hizo un paso fugaz por la universidad y participó como cabecilla del secuestro y asesinato del dirigente sindical José Raquel Mercado paradójicamente el 19 de Abril de 1976, en el aniversario de su movimiento terrorista, secuestro y asesinato del ex ministro Hugo Ferreira 1977, toma de la embajada de República Dominicana en 1980, toma del Palacio de Justicia 1985, asesinato de Gloria Lara de Echeverri en 1982 , secuestro y asesinato de industriales, múltiples emboscadas y asesinato de soldados y policías. Finalmente se acogió a una amnistía y se convirtió en candidato a la Presidencia de la República, siendo asesinado por las autodefensas de Castaño en 1989. Ese  fue su legado, su ejemplo y su aporte en la construcción y fortalecimiento de nuestra democracia; su asesinato fue catalogado como de lesa humanidad por nuestras autoridades judiciales.

Así las cosas, me explico ahora los valores, la historia y todo lo referente a construcción de patria que la educación estatal aporta en la niñez y la juventud colombiana; muchos  de ellos sabrán alguna versión de la biografía de este personaje y ahí con temor me surgió la siguiente pregunta: ¿Perdí el tiempo como soldado? vino a mi mente el nombre de algunos mártires militares de prístina actuación, de incuestionable servicio a Colombia y cuyos nombres al paso del tiempo inclusive en el medio militar tendemos a olvidar y por ende a poco exaltar; nuestras generaciones militares nuevas conocen quienes  fueron los Generales Fernando Landazábal Reyes, Carlos Julio Gil Colorado, Ramón Arturo Rincón Quiñones? No lo creo, mucho menos la juventud;  ¿Cuantos Oficiales, Suboficiales, Soldados y humildes ciudadanos en cumplimiento de misiones en búsqueda de la paz han ofrendado su vida por Colombia y quizás con suerte solo sus familias los recuerden? ¿Cuántos educadores, verdaderos apóstoles de la enseñanza han sido exaltados por su obra?

Por todo lo reflexionado  he llegado a  la conclusión que nuestra situación actual fue ayudada a formar por el olvido, el desinterés, la apatía y la inversión de valores que poco o nada sirven para fortalecer el sentido de patria y colombianidad que tanto hacen falta para lograr la solución de los problemas que nos aquejan; para exaltar sus valores y ejemplo que motive a  las nuevas generaciones, que reconozcan el esfuerzo de quienes ayudaron a labrar y forjar a Colombia, aquellos  amantes verdaderos y legítimos de nuestra patria, no por criminales equivocados  y fanáticos que sembraron de sangre nuestros campos y de dolor nuestros hogares.

No por soñador se hace este antisocial, que ciertamente lo fue, acreedor al olvido de sus abominables crímenes ni mucho menos a que su nombre sea exaltado ante las nuevas generaciones de niños que están en proceso de formación. La guerra que perdiera el M-19 en el campo de batalla, no muy sutilmente la adelanta con éxito en otros campos. Ojalá que el pobre ejemplo de la vida de este malhechor no sea el que ilumine a los menores que en aquel centro de enseñanza reciben educación; ojalá que sus profesores los guíen por el camino del bien y no por el tortuoso sendero de la maldad y el terrorismo que marcó la existencia de este funesto personaje, en mala hora elevado a categoría de ejemplo por sus admiradores del Polo Democrático.

Bogotá, 14 de Diciembre de 2011

*Miembro del centro colombiano de pensamiento político-militar


domingo, 11 de diciembre de 2011

LA OPINIÓN DEL DÍA

El último desvarío
Por: PLINIO APULEYO MENDOZA | 9:24 p.m. | 08 de Diciembre del 2011
Tomado del periódico El Tiempo de Colombia

No sobra decirlo. No sobra reiterarlo. Le cabe toda la razón a María Isabel Rueda cuando afirma que nuestro Ejército está desmoralizado y "empanicado" por los riesgos que una obtusa justicia ordinaria, contaminada por sesgos políticos o ideológicos, hace correr a oficiales y soldados. El mayor temor que los acecha no es el de pisar una mina o recibir un tiro en el fragor de un combate, sino el de quedar detenidos por una injusta medida judicial.
Si uno quisiera ilustrar con un ejemplo los monumentales errores que la justicia ordinaria comete contra los militares, bastaría citar el caso del general Jaime Uscátegui, condenado a cuarenta años de prisión por la supuesta masacre de Mapiripan, hoy convertida en una fábula que el Colectivo de Abogados Alvear Restrepo logró acreditar para obtener el pago de millonarias indemnizaciones, ordenadas al Estado colombiano por la Corte Interamericana de Derechos Humanos con destino a familiares de muertos que no están muertos sino vivos.

Si el caso del general Uscátegui hubiese quedado en manos de la Justicia Militar, los cargos por el delito de omisión contra él no hubiesen tenido el menor sustento por una razón muy sencilla: Mapiripan no dependía de la Séptima Brigada, de la cual era comandante, sino de la Brigada Móvil número 2 y del Batallón Joaquín París bajo su mando. Se trata de una maniobra tan extravagante y minuciosa que me animaría a pedir hospitalidad de este diario para contársela a los lectores en una página de Debes Leer. Es una real novela policíaca cuyos inspiradores en la sombra fueron las propias Farc.

En este y en muchos otros casos, el botín de las indemnizaciones mueve al Colectivo de Abogados Alvear Restrepo a adelantar toda suerte de argucias para configurar un crimen de Estado. Lo que no lograrían si existiese el fuero militar, lo consiguen con magistrados, fiscales o jueces de dudosa ortografía. Ahora esperan que se ratifique la condena impuesta al coronel Luis Alfonso Plazas Vega. Nadie se explica cómo la ponencia del magistrado Hermes Darío Lara que pedía la absolución de Plazas por falta de pruebas, en un informe de mil páginas producto de un año y medio de cuidadoso estudio de su caso, no haya sido aceptada por los dos magistrados que componen con él la llamada sala de decisión. ¿Tienen alguna nueva prueba que justifique su decisión? ¿Siguen creyendo que Édgar Villarreal sí firmó la supuesta declaración (negada por él ante el Procurador), la ahora derrumbada única prueba que sirvió de base para la condena de Plazas? La perplejidad es muy grande. Juristas respetables y conocidas personalidades que conocen muy bien este caso exigen hoy una aclaración.

Si llegara a ratificarse tan monumental injusticia, el escándalo rebasaría el ámbito nacional para llegar a los estrados internacionales. Una conocida ONG norteamericana, The Inter American Institute, que reúne a juristas de muy alto nivel, estudió cuidadosamente el caso de Plazas Vega y acaba de enviar una carta con 25 preguntas al Tribunal Superior de Bogotá. Su presidente, el conocido escritor y filósofo brasileño Olavo de Carvalho, no vacila en escribir: "Hoy, la comunidad internacional se encuentra expectante sobre el caso del coronel Luis Alfonso Plazas Vega en los hechos del Palacio de Justicia. Según parece, la justicia colombiana ha cometido el más aleve crimen contra una persona inocente, violando todos los principios vigentes en la jurisprudencia internacional a lo largo de muchos siglos."

¡Cuidado! Es el primer trueno de una tempestad que puede dejar por los suelos la imagen de nuestro país y de sus instituciones. La última palabra para impedir tal desastre la tiene la Corte Suprema de Justicia.

Mayor Informacion:

jueves, 8 de diciembre de 2011

La Opinión del día

Carta respuesta del Almirante Yance a Ramiro Bejarano de El Espectador

From: lfyancev@hotmail.com
To: notasdebuhardilla@hotmail.com
Subject: Opinión del Espectador
Date: Mon, 5 Dec 2011 07:49:35 -0500

Doctor Bejarano: Me resulta increíble pensar que una persona, que estuvo de paso por el DAS, en la época más nefasta para la historia colombiana, esté dando lecciones de ética y moral. Me puedo preguntar con el mayor respeto que me merecen las personas. Un Jurista de sus calidades académicas en lugar de estar sembrando odios y escribiendo y lanzando epítetos contra la Fuerza Militares, porque no utilizar  su conocimiento para unir voluntades y lograr la paz que todos los colombianos de bien anhelamos? Porqué separar odios políticos de lo  fundamental para la Nación y contribuir en el engrandecimiento de la Patria? Porque no enseñar a sus privilegiados alumnos el deber ser de las cosas para que nuestra Patria sea respetada y libre? Porque con su capacidad dialéctica, construyamos sobre lo construido y no destruir sobre lo construido? 

He oído en centenar de publicaciones lo que fue su paso por el DAS, de las conjeturas presentadas por la familia Gómez en el magnicidio de Álvaro Gómez, de su comportamiento con el caso del proceso 8000 y más concretamente con el caso de Heyde Mogollón y su lealtad y preocupación, para con el Presidente Samper. También del caos en el DAS porque el narcotráfico estaba ganando una guerra y sus resultados pobres en la captura de los grandes capos. Acaso no se acuerda, que los grandes resultados los dió la Fuerza Pública y en su dirección, usted logró capturar a Phanor Arizabaleta en una rueda de prensa inusual y tiempo seguido, resultó desmentirla, porque este último se entregó caminando hacia su despacho?  No quiero proseguir con este rosario de conjeturas, apasionamientos y que hacen parte de la Historia Negra de nuestro país.

Ahora bien; el "Fuero Militar" que muchos colombianos desconocen, porque es muy fácil, con la pluma desvirtuar un hecho que está consagrado en las democracias del mundo; pero lo que es más aterrador, que un Académico; desconozca las sentencias sobre la misma y peor aún, no considere el mayor respeto al modelo del Estado Social de Derecho, que consagra nuestra Constitución. Pienso que usted nunca prestó el servicio militar obligatorio y me encantaría saber cómo adquirió la libreta militar para eludir esa gran responsabilidad y servicio  de " Defender la Patria hasta con su vida", palabras de grueso calibre que encierran virtudes, porque no es fácil entender que un joven a los 18 años, esté atado a esa aventura por un ideal.

Lo invito Doctor Bejarano, que con su prodigiosa pluma, manifieste su gratitud y amor por las Fuerza Pública, por lo que hacen hombres de la más débil estructura del tejido social colombiano y contribuya con sus capacidades, para que nuestra Patria, nuestra República y nuestra Nación, esté libre de los hombres que generan violencia. Profeso el mayor respeto por usted, y parodiando a Cicerón con esta frase que el día de mañana lo recordemos por su capacidad y sobre todo porque ayudó  a Colombia a salir de estos males que nos aquejan "Los Hombres se asemejan a los Dioses cuando hacen el bien a la humanidad" Cicerón.

Le renuevo al Doctor Bejarano, los sentimientos de mi alta estima y me permito recordarle, que nuestro mejor "botín", es el reconocimiento que nos hacen los colombianos de bien que como usted, nos arropan con su sentimiento y dolor de Patria, para que nuestros hijos, los hijos de nuestros hijos, tengan un mejor lugar,  para vivir en paz.

Atentamente,
Vicealmirante (r) Luis Fernando Yance V.
C.C. 9.074.158


miércoles, 7 de diciembre de 2011

La carta del Día

Bogotá, diciembre 5 de 2011
Señor Arzobispo
DARIO DE JESUS MONSALVE
Arzobispo de Cali.
Cali.

Señor Arzobispo:

Al regresar de una finca, donde no llega prensa, tuve oportunidad este fín de semana de leer en EL TIEMPO del día 29 de noviembre, en la página 6, sus declaraciones sobre la operación militar que trajo como consecuencia la muerte de ese MONSTRUO que fue  Alfonso Cano, por quien usted reclama por no haberlo “TRAIDO VIVO…..CUANDO SE DIERON TODAS LAS CONDICIONES DE SOMETIMIENTO DE UN HOMBRE DE MAS DE 60 AÑOS, HERIDO, CIEGO Y SOLO”  y me quedé aterrado que una persona como usted, importante en la vida nacional y mucho mas en la regional, por su cargo, su investidura y su influencia ante la opinión pública se expresara en esa forma.

Le extraña a usted que el Ejército Nacional hubiese dado de baja en combate uno de los hombres más sanguinarios que ha tenido este país y quien tenía en sus manos, dar todos los pasos para unos diálogos de paz con el gobierno nacional y poder poner fin en esta forma a ese derramamiento de sangre que sacude a Colombia desde hace más de 50 años.

Que poco conoce de la problemática nacional, pareciera que no leyera periódicos y revistas, que no oyera los programas radiales de noticias o los noticieros de la televisión nacional. ¿Por qué no recuerda los diálogos de paz que propició Belisario Betancourt, los que experimentó César Gaviria con Horacio Serpa en Caracas y en Méjico y el despeje que hizo Andrés Pastrana en la zona de distensión por 3 años y medio, incluyendo viaje a Europa de algunos jefes de estos bandidos? ¿Se le olvidó a usted que alias “tirofijo” dejó la silla vacía en San Vicente del Caguán? Es bueno que lea para que no cometa errores garrafales al asegurar que el gobierno no ha hecho nada para lograr los diálogos de paz. 

En sus palabras no hay una sola palabra de condolencia con las viudas, hijos y demás familiares de estos MARTIRES DE COLOMBIA, eso no importó para usted, como estoy seguro que tampoco le ha importado, mas de  900  hombres del Ejército, la Armada Nacional, la Fuerza Aérea Colombiana y la Policía Nacional que han caído en los campos minados, todo porque no son de su afecto, pero entonces sí le debiera importar el innumerable número de niños inocentes que han perdido la vida o han quedado como aquellos, mutilados y lisiados de por vida por pisar una mina cuando se dirigían a su escuelita rural, en la misma forma la cantidad de campesinos inocentes que han corrido la misma suerte: amputados sus brazos, sus piernas o perdiendo sus ojos.

Tampoco creo que le han importado las innumerables víctimas de los cilindros que han lanzado contra la población civil a lo largo y ancho de la geografía patria y que las personas de bien seguimos llorando.

A usted, como a PIEDAD CORDOBA, lo mortificó la muerte de ese pobre cieguito, a quien Colombia solo le debe desolación, luto y muertes, que fueron las “cualidades” que lo caracterizaron a lo lago de 30 años o más de violencia con las FARC.

También lo debe tener muy preocupado la captura de ese sacerdote, que recientemente fue detenido en la población de Samaná (Caldas), por ser el ideólogo del frente IX de las FARC que delinque en esa región de la patria. El ideólogo, según lo afirman las autoridades, de los hombres que se dieron el lujo de decapitar a los soldados de Colombia y  luego jugar balompié con sus cabezas al mando de Karina. ¿No lo recuerda?

Espero que haya tenido la oportunidad de leer la columna de Poncho Rentería el día miércoles 30 o jueves 1º. de diciembre, en la cual se enorgullece de haber sido un soldado de Artillería y donde le dice a usted que él si sabe que es una patrulla, término que usted desconoce por completo.

En la misma forma, creo que debió leer la columna de María Isabel Rueda, en el periódico de ayer domingo. ¿No cree que ellos tienen razón cuando se refieren en forma despectiva a usted?

Culpa usted al gobierno de estas 4 muertes cuando dice: “La infinita frustración que nos sigue dejando el manejo gubernamental de la situación de los secuestrados, enmarcándolas en estrategias de debilitamiento y exterminio del adversario, hay que cambiarla en esperanza de libertad, centrando el interés no en la guerrilla, sino en la vida de estos servidores y en el sufrimiento de sus familias” y agrega: “que es hora de un acuerdo para acabar con estas sentencias a muerte”. No señor, ni el gobierno, ni las Fuerzas Militares, ni la Policía Nacional han dictado sentencias de muerte contra nadie, ellos son respetuosos del estado de derecho, no se equivoque, deje a un lado su apasionamiento izquierdista y sea más realista al hacer un análisis de estos terroristas y asesinos que diariamente llenan de luto a Colombia.

Espero que mañana martes, cuando todo el pueblo colombiano y muchas personas en el extranjero, marchen para protestar por este genocidio y por la existencia de estos terroristas, usted no se vaya a sentir muy golpeado por el trato que se les dé a las FARC, sus defendidos.

 Yo soy un colombiano que desea que todos estos terroristas desaparezcan bien dejando las armas, bien siendo capturados o bien siendo dados de baja, que es en realidad lo que merecen.

Soy un colombiano que llora la muerte de inocentes y de los hombres de nuestra fuerza pública que entregan  su vida, para que otros, como usted y yo, también podamos vivir.





MARINO GUTIERREZ ISAZA
Avenida 19 No. 131-40
Bogotá.              

  

domingo, 4 de diciembre de 2011

4 DE DICIEMBRE DÍA DE LA ARTILLERIA COLOMBIANA

Saludo a los Artilleros de Colombia  con motivo de la celebración del Día del Arma

En mi condición de Comandante del Grupo de Artillería “Santa Bárbara”, me permito presentar a los Artilleros en actividad y de la reserva activa, un respetuoso y emocionado saludo con motivo del día del Arma de los cañones cruzados.
Nuestro especial reconocimiento para los artilleros que desde sus divisiones y brigadas, o al mando de sus unidades tácticas y fundamentales en las áreas de combate, siguen liderando y brindado apoyo de fuego constante y efectivo, para neutralizar la amenaza terrorista y facilitar el asalto final de nuestras tropas a posiciones enemigas, no obstante el riesgo siempre presente y las difíciles condiciones topográficas y climáticas, que son la constante a lo largo y ancho de  la geografía nacional. Esta valiosa contribución a la paz de Colombia, no debe pasar inadvertida y las generaciones venideras cantarán por siempre las hazañas gloriosas, donde el espíritu artillero y el deber se anteponen a la vida, a la tranquilidad y a la comodidad personal.
Va también nuestro saludo fraterno a los dignos oficiales de artillería de la reserva activa que desde las posiciones que hoy ocupan en la vida civil, hacen grande al Arma y a Colombia. Ya sea desde la empresa privada generando empleo y progreso, desde el servicio público, la docencia o con su presencia y consejo sabio, son beneméritos guardianes de la heredad de la Divisa Negra y se constituyen en ejemplo para quienes se encuentran cerca o lejos del forzoso retiro.
En nombre de la Junta Directiva del Grupo y aprovechando esta histórica oportunidad, quiero invitar a los oficiales activos y retirados a la unión de voluntades para hacer invisible la línea entre unos y otros. Es nuestra obligación mantener los ideales artilleros de unión, fraternidad y camaradería que inspiraron la creación del Grupo de Artillería Santa Bárbara, primero en activarse, en el concierto de las unidades simbólicas de las Armas del Ejército de Colombia.
Es pertinente unirnos al rechazo unánime que merece el vil asesinato en estado de indefensión de nuestros hombres del Ejército y la Policía a manos de los terroristas de las FARC que los mantenían secuestrados. Un saludo de condolencia y solidaridad de parte de la comunidad artillera en estos momentos de infinito dolor, a las familias de nuestros compañeros: Teniente Coronel Yesid Duarte Valero, Mayor Elkin Hernández Rivas, Sargento Primero Libio José Martínez Estrada e Intendente Jefe Álvaro Moreno.  El 11 de noviembre había sido encontrado el cuerpo del Sargento del Ejército Francisco Franco, también secuestrado por esta misma agrupación criminal tiempo atrás.  Paz en sus tumbas.


Recordemos en esta navidad, la devoción de los Artilleros colombianos a Santa Bárbara Bendita, que llegó con los primeros españoles que trajeron los cañones al Nuevo Mundo. Evoquemos a esa joven que prefirió el martirio antes que renunciar a su fe. Que su sacrificio supremo inspire nuestros mejores sentimientos en esta navidad.
No olvidemos a quienes por motivos relacionados con el conflicto armado, se encuentran recluidos en una celda, a la espera incesante de  la definición de su situación particular por parte de la justicia ordinaria, que precisamente por el sesgo ideológico de algunos de sus representantes y una presión mediática permanente, dictan sentencias politizadas contrarias a la verdad y al Derecho. Un apoyo económico, una visita, un abrazo, un detalle, una tarjeta antes de la Noche Buena, harán la diferencia y les enviará el mensaje de que no están solos. Que afuera la Reserva Activa unida y  preocupada, se mueve para demostrarle al pueblo colombiano y a la comunidad internacional que una justicia imparcial, especializada, que respete el debido proceso y el fuero Militar, es una necesidad sentida de los militares colombianos para seguir cumpliendo a cabalidad con el mandato de la Constitución Nacional.
Felicitación muy especial a los Señores oficiales, suboficiales, soldados y civiles que hoy han sido laureados con la máxima presea de la Artillería: La medalla “Santa Bárbara”. Es el justo reconocimiento a un trabajo arduo y permanente sirviendo bajo el lema “Deber antes que vida”.
Por último, que el Año Nuevo pleno traiga tranquilidad a nuestra Colombia. Que los violentos abandonen  las armas con el convencimiento de la inutilidad de su empeño de destruir a Colombia y que nuestras Fuerzas Militares consoliden la ansiada paz que merecemos los hijos de esta tierra que nos vio nacer. 

Bogotá, 4 de Diciembre de 2011

Mayor General JAVIER ARIAS VIVAS
Comandante del Grupo de Artillería Santa Bárbara



sábado, 3 de diciembre de 2011

La Opinión de la Semana

Editorial

Denunciar la Convención Interamericana de Derechos Humanos

Por: Centro colombiano de pensamiento político militar


Aunque tiempo atrás se había advertido en diversos escenarios, recientemente quedó al descubierto el mezquino negocio que habían montado los explotadores de la desgracia, al presentar supuestas víctimas, que no lo son, en procesos que se adelantaron ante la Comisión (CIDH) y la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH). Es claro el doble propósito de, por una parte, cobrar jugosas indemnizaciones, mientras que por otra se muestra al país como un violador consuetudinario de los derechos humanos. En solo seis casos[1] Colombia ha sido condenada a pagar la estrambótica suma de veintiún millones setenta y ocho mil quinientos dólares (US $ 21.078.500).

Este fraude, que, como ha hecho carrera en la denominación de los medios de comunicación, se podría calificar como un “falso positivo” de la Corporación Colectivo de Abogados “José Alvear Restrepo” y el Centro por la Justicia y el Derecho Internacional (CEJIL, por sus siglas en inglés) en concreto y, en general, de las ONG que se dicen protectoras de los Derechos Humanos, fue comprobado en una seria investigación de la Fiscalía General de la Nación.

Por las particulares exigencias técnicas y de procedimiento, que involucran un conocimiento profundo del derecho internacional y del derecho probatorio y por las especiales características de los procesos que se adelantan ante aquellas instancias, no parece que el fraude al Estado colombiano haya estado exento de la colaboración de funcionarios de las citadas CIDH y Corte IDH y mucho menos de los abogados de las organizaciones CEJIL y José Alvear Restrepo, quienes tienen asiento informal pero permanente y consentido en las sedes de aquellas en Washington y San José de Costa Rica y mantienen estrechas y visibles relaciones e influencia con sus funcionarios oficiales.

Tratar de culpar del fraude a quienes fueron presentados como víctimas, como lo han hecho los representantes de las ONG incursas en el ilícito proceder, constituye no solo un insulto a la inteligencia de los colombianos, sino una necia pretensión de creer que los destinatarios de sus  infundadas y absurdas explicaciones somos candorosos, ingenuos y carentes de sentido común.

Las gravísimas implicaciones del fraude contra Colombia no solo en el campo económico, sino principalmente en la imagen del país y de sus instituciones armadas, obliga a que el Estado colombiano revise su pertenencia al Sistema Interamericano de Derechos Humanos, aprobado en 1969 mediante la Convención Americana sobre Derechos Humanos e integrado por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos con sede en Washington, la cual había sido creada en 1959 y la Corte Interamericana de Derechos Humanos con sede en San José, Costa Rica.

La Convención Americana sobre Derechos Humanos, conforme a lo dispuesto en el artículo 74.2, entró en vigor en 1978 y ha sido ratificada por 25 países[2] de los 35 que integran la Organización de los Estados Americanos (OEA). Hasta el día de hoy no la han ratificado 9 países: Antigua y Barbuda, Bahamas, Belice, Canadá, Estados Unidos, Guyana, San Kitts y Nevis, Santa Lucía, San Vicente y las Granadinas. Adicionalmente, Trinidad y Tobago mediante denuncia del tratado el 26 de Mayo de 1998 se retiró, por existir conflicto entre sus normas internas y las propias de la Convención[3]. De los 25 que la ratificaron, solamente 22 han reconocido la competencia de la Corte IDH y tres no lo hicieron (Dominica, Granada y Jamaica).

Colombia firmó el tratado el 22 de noviembre de 1969, ratificó el 28 de Mayo de 1973 y entregó los documentos de ratificación el 31 de Julio de 1973. Como aparece el documento oficial de la OEA, al hacer el reconocimiento de competencia el 21 de junio de 1985, se reservó el derecho de cesar la competencia, tanto de la Comisión como de la Corte, en el momento que lo considere oportuno; así aparece:

Colombia:
Reconocimiento de competencia:
El 21 de junio de 1985 presentó un instrumento de aceptación por el cual reconoce la competencia de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos por tiempo indefinido bajo condición de estricta reciprocidad y para hechos posteriores a esta aceptación, sobre casos relativos a la interpretación o aplicación de la Convención, reservándose el derecho de hacer cesar la competencia en el momento que lo considere oportuno. El mismo instrumento reconoce la competencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos por tiempo indefinido, bajo condición de reciprocidad y para hechos posteriores a esta aceptación, sobre casos relativos a la interpretación o aplicación de la Convención, reservándose el derecho de hacer cesar la competencia en el momento que lo considere oportuno. (Lo resaltado no es del original)

El artículo 78 de la Convención[4] faculta a los estados parte para denunciar la convención transcurridos cinco años de su entrada en vigor. Así lo dice;
Artículo 78
 1. Los Estados Partes podrán denunciar esta Convención después de la expiración de un plazo de cinco años a partir de la fecha de entrada en vigor de la misma y mediante un preaviso de un año, notificando al Secretario General de la Organización, quien debe informar a las otras partes.(…) (Lo resaltado no es del original)

Los dos organismos del Sistema Interamericano de Derechos Humanos, la Corte y la Comisión, no están exentos de sospecha de haber obrado en contubernio con los abogados de las dos organizaciones demandantes, ya que no solamente han permitido y consentido la presencia e influencia de aquellos en sus mismas instalaciones, sino que, ordinariamente, sus acciones se ven afectadas con sus conceptos, que se reflejan en las providencias. Resulta entonces oportuno, no como acto de protesta, que lo puede ser, sino de simple precaución y cautela, que Colombia denuncie el tratado conforme lo faculta la norma y se separe de un sistema que no ofrece las garantías necesarias para permanecer allí.

La ausencia allí de 10 países, incluidos Estados Unidos y Canadá, en donde más se respetan los derechos humanos, y de tres que no reconocen la competencia, deja ver que para ello no es condición pertenecer al Sistema. Los Estados no pueden tolerar las manipulaciones que sus enemigos realizan y mucho menos cuando para atacarlo se utilizan deslealmente los organismos internacionales, los que, por su alta investidura y responsabilidad, deberían, por el contrario, ser garantes de imparcialidad en los juicios.
Bogotá, 3 de Diciembre de 2011







[1] Según informe de la DEMIL, por los casos de Las Palmeras, La Rochela, Mapiripán, Pueblo Bello, los llamados 19 comerciantes y Germán Escué Zapata.

[2]Argentina, Barbados, Brasil, Bolivia, Chile, Colombia, Costa Rica, Dominica, República Dominicana, Ecuador, El Salvador, Granadag, Guatemala, Haití, Honduras, Jamaica, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, Surinam, Trinidad y Tobago, Uruguay y Venezuela.
[3] Esta es una de las manifestaciones del Gobierno de Trinidad y Tobago: “El Gobierno de Trinidad y Tobago no está en condiciones de conceder que la incapacidad de la Comisión para tratar en forma expedita las peticiones relacionadas con casos de imposición de la pena capital, frustre la ejecución de esta pena legal con que se castiga en Trinidad y Tobago el delito de homicidio. La constitucionalidad de las sentencias dictadas contra las personas convictas y condenadas a muerte al cabo del debido proceso judicial, se determina ante los tribunales de Trinidad y Tobago. Por ende, existen salvaguardias suficientes para la protección de los derechos humanos y fundamentales de los prisioneros condenados.” (Lo resaltado no es del original)
[4] Parte III, Disposiciones generales y transitorias, Capitulo X, Firma, ratificación, reserva,  enmienda, protocolo y denuncia