jueves, 6 de noviembre de 2008


Cuerpo de Generales y Almirantes en Retiro
de las Fuerzas Militares de Colombia

Bogotá D.C., 4 de noviembre de 2008

DECLARACIÓN DEL CUERPO DE GENERALES Y ALMIRANTES EN RETIRO DE LAS FUERZAS MILITARES

En los difíciles momentos que vive el país, particularmente las Fuerzas Militares para obtener la paz, la notificación del Gobierno Nacional del retiro repentino de un grupo de oficiales y suboficiales, ha desconcertado a la opinión pública, por la forma como se hizo, a la vez el conocido señalamiento presidencial hecho repetidamente contra la Cuarta División del Ejército fuera del territorio patrio, generó dentro de las reservas activas de la Institución sentida indignación, tanto a quienes llegaron a los altos grados y conocieron a fondo los delicados problemas nacionales, como a los demás miembros que la integran.

Dejamos claro que defendemos y promovemos la aplicación de todas las normas de los Derechos Humanos y el respeto al Derecho Internacional Humanitario, así como la justa y severa sanción a sus infractores; pero así como compartimos su aplicación, pedimos con vehemencia y energía, que se respeten las normas procedimentales y entre ellas, el derecho de los presuntos inculpados, a no ser condenados públicamente, antes de un debido y justo proceso. Aunque se dan interpretaciones, como la de responder a una cuota política de salvamento de imagen, por llamarlo de alguna manera, en aras de recuperar los estándares de legitimidad del Gobierno ante la opinión pública nacional e internacional, no hay duda y de ello dan cuenta algunos medios de comunicación, que la forma en que se dio la noticia, reunió en un sólo grupo a posibles inocentes y presuntos responsables y, sin respeto a los distintos niveles de la jerarquía militar, fueron relacionados indirectamente con hechos criminales. Contribuye al sensacionalismo que ha rodeado la incriminación, el hecho de que se hayan reunido en un mismo escenario, miembros de la Institución de unidades y jurisdicciones diferentes.

Las Fuerzas Militares y en el caso particular, nuestro glorioso Ejército Nacional, cuya entereza se evidencia en su firme decisión de corregir y aplicar justicia a los errores de algunos de sus miembros, merecen la admiración y reconocimiento; sin embargo, la mejor manera de apoyarlos es garantizándoles procesos justos sin someter a los presuntos responsables, antes de un juicio, al escarnio público, ni generando dudas o cuestionamientos sobre el honor de la Institución.

Nuestra mayor preocupación es por las repercusiones internacionales que este procedimiento ha generado y el agravamiento progresivo de la interpretación que la comunidad internacional le está dando, como un hecho institucional que afecta gravemente el prestigio y honor del Ejército Nacional, heroicamente conquistado en el proceso leal y exitoso en la aplicación de la Política de Seguridad Democrática.

En atención a que han venido siendo frecuentes los agravios y el irrespeto a la Institución Militar , y que esta actitud incide negativamente en el camino hacia la paz, esperamos que esta situación, proveniente del Alto Gobierno no se vuelva a presentar. Entendemos perfectamente que si bien el mando siendo un asunto jerarquizado se conduce de arriba hacia abajo y obliga a los subalternos el acatamiento absoluto a las disposiciones, vale recordar que igualmente el respeto y la lealtad que rige en las dos direcciones, debe constituirse en un elemento de integración para unas relaciones armónicas entre las instituciones del Estado.




Vicealmirante JOSÉ IGNACIO ROZO CARVAJAL
Presidente




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