La Dirección del Sistema de Salud de las Fuerzas Militares fué entregado a un civil desplazando de este cargo al Señor Brigadier General Fandiño. Muchos nos preguntamos cuales son las razones para que instituciones tan legendarias fundadas por nuestros antepasados con gran vision de futuro y que han logrado sobrevivir por largo tiempo ahora entren en crisis y tengan que ser los civiles supuestamente los que las salven de su quiebra o de su inoperatividad.
Recordemos que los civiles no son el ejemplo de la eficiencia y de la honestidad en este pais. Caprecom, el instituto que proveía unos excelentes servicios de sanidad para la gente de las comunicaciones en Colombia la quebraron los civiles administradores. Es decir, los que colocaban alli para pagar favores politicos.A los Seguros Sociales lo quebraron los civiles que del mismo modo los nombraban gerentes generales para pagar favores politicos. Ahora esos mismos civiles entran a nuestro sistema de salud a solucionar los graves problemas de prestación de servicios. Y es que el botin financiero de la sanidad militar es lo suficientemente grueso para ser lo suficientemente atractivo para los manejadores, sus amigos y socios. Hay demasiada plata de por medio.
Pero, que pasó con nuestros Oficiales Administrativos y Logísticos?. Fueron incapaces de dirigir estos organismos a pesar de todos los cursos de formacion que han recibido en el pais y en el exterior?. Que pasó con los mecanismos de control de las Fuerzas Militares que no fueron capaces de detectar los errores a tiempo y hacer las correcciones del caso?. Estas preguntas ameritan respuestas francas y honestas porque no se justifica que ahora sean los civiles que no conocen la naturaleza de nuestra organización -ni siquiera muchos han prestado el servicio militar obligatorio- los que vengan ahora a sentar doctrina de lo que se debe hacer para mejorar las cosas.
Pero, gran culpa la tenemos nosotros mismos: cuantas veces presionamos como Comandantes, a médicos, farmaceutas y especialistas para que atendieran a gente que no tenía derecho a los servicios médicos. Cuantas veces nuestras esposas utizando las consabidas "palancas" desecharon el conducto regular para las consultas médicas. O dejamos nombrar a corruptos e incapaces en los cargos intermedios de la sanidad. O dejamos de investigar y denunciar hallazgos de fraudes y de robos a estos organismos.Con tanto dinero que maneja la sanidad, como es posible que no fuimos capaces de implementar un sistema operativo para controlar a todos los afiliados al sistema y evitar que gente corrupta se hiciera recetar en varias guarniciones para despues vender los medicamentos.
Lo que sigue es un director civil para el Hospital Militar y los diferentes dispensarios del pais. Habrá una bonanza del servicio prestado para mostrar un cambio positivo en los primeros meses o años. Después saldrán con el cuento que no fué posible por los costos seguir administrando eficientemente el sistema y la recomendación será pasar a los retirados en primera instancia a una empresa de salud civil y se venderá el hospital militar al mejor postor. Ya hay gente de EPSs reconocidas merodeando por nuestro insigne HMC y enterándose de las debilidades para hacer su gran oferta. Y finalmente en el momento de la afiliacion nos tocará renunciar a nuestras enfermedades propias de la vejez y del rigor del trabajo militar, para que podamos ser aceptados en alguno de estos monstruos de la salud en Colombia y así se habrá completado el negocio del siglo y la peor frustración para los militares colombianos. Asi que invitamos a nuestros lectores a reflexionar sobre estos aspectos y a tomar conciencia que somos muchos y si logramos unirnos en un frente común para luchar democráticamente por nuestros derechos adquiridos desde la formación de la República, podremos evitar la infamia que se está gestando. LAS NUEVAS GENERACIONES NO NOS PERDONARÁN QUE DEJEMOS ACABAR POR SIMPLE DESDEN Y PERNICIA NUESTRO SISTEMA DE SALUD.
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