domingo, 13 de enero de 2008

El control territorial y el estatus de beligerancia

Por: Javier Arias Vivas


El Presidente de Venezuela Hugo Chávez, acaba de sorprender a los colombianos y al mundo, pocos días después de la liberación de las secuestradas Clara Rojas y Consuelo Gonzáles, con su declaración ante la Asamblea Nacional de su país, con la cual ratificó su admiración y cercanía a los grupos terroristas de las FARC y del ELN.

Pedir a los países del mundo que retiren de las listas de grupos terroristas a las FARC y al ELN y expresar que estas dos organizaciones son movimientos revolucionarios, verdaderos ejércitos, con un proyecto político definido, es un intento del Mandatario venezolano, por legitimar sus acciones delincuenciales y darles estatus de beligerancia, con lo cual, si se suman otros países que ya se intuye cuales podrían ser, pondrá al gobierno colombiano en una situación de mucha dificultad con respecto a las Relaciones Internacionales.

Cuando todos aplaudíamos los resultados de la Política de Seguridad Democrática del presente gobierno con la cual se había logrado neutralizar a las FARC desplazando sus cuadrillas a la profundidad de las selvas y debilitar ostensiblemente al ELN hasta llevarlo a una mesa de negociación, sorpresivamente presenciamos atónitos que desde Caracas y teniendo como cortina de humo el intercambio humanitario se intente con esta declaración del Jefe de Estado venezolano reanimar por la vía política a estos grupos de terroristas.

Hay que profundizar la Seguridad Democrática. En las capitales, en las ciudades intermedias y en los grandes ejes viales del país se percibe la seguridad en forma de presencia permanente y eficiente de las Fuerzas Armadas. Pero esto no se aplica todavía para los pueblos y veredas apartadas. Tampoco en los grandes y pequeños corredores fluviales de la Orinoquía y la Amazonía. En los pequeños poblados digamos de Departamentos como Antioquia, Choco, Tolima, Huila, Cauca, Nariño, Putumayo, Caquetá, Guaviare, Guainía, Vaupés y Amazonas todavía reinan las FARC materializadas en sus milicias. Éstas imponen su brutal justicia asesinando con sus sicarios a los que se oponen a sus designios, a los que hacen política a favor de los partidos tradicionales sin contar con su anuencia y a los inermes ciudadanos que aparecen extraviados en los que ellos creen son sus dominios territoriales acusándolos de ser paramilitares o informantes del Ejército.

En estos pequeños territorios el Ejército pasa y vuelve a pasar porque son patrullas móviles. La gente calla y vuelve a callar a pesar del yugo diario a que son sometidos. El que hable se muere. Esta es la ley de la vida en estos territorios. La del silencio. Porque no hay una Fuerza Militar o Policial que se torne permanente y con capacidad de hacer inteligencia y trabajar para ganarse definitivamente la población civil ofreciendo y ganando confianza. Llega el Ejército y todo el mundo tranquilo. Se va el Ejército y los bandidos que todo el mundo conoce vuelven a sus andanzas de amedrantamiento.

Los grandes ríos del Oriente colombiano y sus afluentes los caños y ríos menores, son las autopistas por donde ágilmente se mueven las cuadrillas de las FARC. Pueden ir fácilmente del Ecuador a Venezuela a través de estas arterias naturales. Las Fuerzas Armadas controlan algunos puertos: El Encanto, Puerto Leguízamo, La Tagua, Tres Esquinas, Puerto Inirida, Puerto Carreño, Barrancominas, San José del Guaviare, Mapiripan, Cartagena del Chaira y muchos otros. Pero el resto, es territorio de las FARC por donde mueven secuestrados, precursores químicos, cocaína, abastecimientos, armas y municiones. Todavía hacen falta muchos efectivos para hacer un control total de estas vías fluviales que son los verdaderos corredores estratégicos de las FARC.

Teniendo como punto de vista las recientes declaraciones del Presidente Hugo Chávez de Venezuela hay siempre el peligro latente que las FARC obtengan el estatus de fuerza beligerante cumpliendo uno de los requisitos mas importantes que es el control de una parte del territorio y empiecen con países amigos a ejercer actos de soberanía en ese territorio, dando nacimiento a un nuevo país que también ha sido el sueño de las FARC en caso de no llegar a cumplirse el objetivo final que es la toma del poder. Años atrás, en el 2004, con el reingreso de las tropas a Miraflores Guaviare se detectó allí el embrión de un gobierno de las FARC para la República de “La Nueva Colombia”.

Yendo un poco mas lejos: ¿Qué pasaría si las FARC con su diplomacia eficiente por demás, logra con gobiernos amigos encabezados por el de Venezuela, conseguir misiles antiaéreos para derribar las aeronaves colombianas que tanto han influido en el desequilibrio de la guerra?.



Bogotá, 13 de Enero de 2008



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