martes, 14 de agosto de 2007

Hay corrupcion en el Ejercito?

Desde luego que este flagelo se ha incrustado en el seno no solo de los Ejercitos sino de todas las instituciones en el mundo. El ejercito colombiano no puede ser la excepcion. La condicion humana es impredecible e inescrutable. Por mas que se hayan fijado controles estrictos la debilidad humana y las ambiciones desmedidas siempre estaran presentes. Ademas en esta crisis de valores que afronta la nacion colombiana una institucion como el Ejercito no puede estar al margen de ella. El Ejercito es lo que refleja el pueblo colombiano. Afortunadamente los corruptos son la inmensa minoria. El Regimen Disciplinario y la Justicia Penal Militar han actuado oportuna y eficazmente para sancionar a los infractores y para preservar la moral de la institucion. Otra cosa es que los medios de comunicacion hayan magnificado los problemas conductuales de los hombres del Ejercito. Y otra cosa es que al interior de la misma institucion hayan desleales que filtran informacion sobre los hechos anomalos que se manejan con regularidad. Y de pronto esa filtracion de informacion que se saca a la luz publica y que desprestigia y desmoraliza se realiza por dinero o por minar la credibilidad y legitimidad de la institucion. No se trata de tapar las faltas y delitos, sino de proteger la institucion contra los ataques incidiosos de sus enemigos. La guerra del desprestigio para deslegitimar esta planteada. Este es el reto de los Comandantes en todos los niveles: neutralizarla, porque es mas devastadora que la misma guerra convencional.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Gracias Javier por esta pagina, es labor de todos nosotros mantenarla viva. Desafortunadamente si, ha existido, existe y existiran elementos corruptos dentro de las FFMM. Este fenomeno es producto de el momento historico por el cual esta pasando el pais y de la composicion de social de sus elementos.
Pero en este momento hay intereses politicos mesquinos, que para obtener sus fines de oposicion al actual gobierno, no reparan en el dano que estan causando.

Anónimo dijo...

Excelente artículo. Corto y claro. Estoy de acuerdo con lo planteado, sobretodo el papel tan importante que juega el Comandante, quien debe hablar mucho con los subalternos, pues como está la situación indudablemente que todos los días se corre un riesgo; se puede decir que cada día hay una propuesta indecente para alguien de la Institución en cualquier parte de la geografia nacional. En mi opinión, es el Comandante quien debe hacer temer al subalterno caer en algo ilegal.

Diganti dijo...

El tema de la corrupción en el Ejército no es nuevo. Como organización humana, integrada por seres humanos, participa colectivamente de las individualidades que la conforman. Por eso es que el hombre de la calle, el lego en materias castrenses, el ciudadano común y corriente, hace generalizaciones que afectan en su ánimo a la inmensa mayoría que obra bien dentro del Ejército y las demás Fuerzas.

Hace muchos años, fueron el contrabando, la marimba, la seguridad militar o policial en las minas de esmeraldas y posteriormente la maldita droga, los motores de la corrupción dentro de la Institución. Pero si ellas no hubieran existido en Colombia, siempre habría habido al interior del Ejército otros motivos para sostenerla: tráfico de influencias, pago por traslados, expedición de libretas militares, ejercicio deshonesto de cargos administrativos con acceso al manejo de fondos, suministro de informaciones reservadas,etc.

Lo que actualmente sucede es que pesa más ante la opinión pública la alianza con narcotraficantes que la tramitación de libretas militares o la participación en contrataciones públicas. Lo primero se asocia más con la guerra sicológica y se explota y vende más fácilmente.

Ciertamente, como dice Adolfo, es definitiva la influencia del Comandante no sólo con su ejemplo sino con el empleo de todos los mecanismos de control y la aplicación oportuna de la justicia para evitar que sus subalternos sigan el camino más fácil. Desafortunadamente, poseo información de docentes de una Escuela de Formación que me cuentan que hay alumnos (y no son pocos)que han ingresado con el exclusivo propósito de hacerse ricos en corto plazo y sin importar las formas para hacerlo.Y lo que es inaudito, lo sostienen ante sus profesores civiles (por obvias razones no lo hacen ante los instructores militares). No entraron por servir a la Patria y sus conciudadanos sino para servirse de ellos.

Definitivamente, lo que no se succiona del seno materno, es decir lo que no se puede aprender con la educación de los padres en casa,no lo arreglan ni el cuartel ni las aulas universitarias, que jamás pueden ser reformatorios ni correccionales. Arbol que nace torcido no lo endereza nadie. Ojalá alguien, alguna vez escuchara lo que he venido diciendo desde hace más de 30 años: los candidatos a ser formadores de formadores, es decir, los Oficiales de Planta de las Escuelas de Formación no pueden seguir siendo nombrados visceralmente sino racionalmente. Hay que seleccionarlos mediante concurso de méritos y no porque sean favoritos o recomedados de algún Jefe de Personal. Mientras no trabajemos al hombre desde la cuna castrense, los problemas seguirán con la misma o mayor intensidad.Y si quienes forman a los futuros líderes no reúnen los requisitos de credibilidad, honestidad e integridad, cómo podemos pretender que se mejore el producto final ?? Si la sal pierde su sabor, con qué le salará ??

Hay mucha tela para cortar sobre este tema, pero es mejor hacerlo en una tertulia personal que en esta tribuna de opinión. Se podrían herir susceptibilidades.