“¿Callar cuando acusan es heroísmo?”
9 de Abril de 2.012
Meditando al
respecto; se puede afirmar: Si es cierta la acusación hay que afrontar
ante la Sociedad responsablemente lo que corresponda; pero, si es mentira,
no se puede callar y menos ante un contertulio tan ladino y siniestro como el
Comunismo que nos acecha en todos los campos, frentes y direcciones.
Su mafia
política, jurídica, sindical, académica y de los medios, sumada a los brazos subversivos,
narcotraficantes y armados trabajan sincrónicamente, empleando la información programada
para desorientar y manipular la Opinión
Pública hacia su conveniencia; desde luego todo ello, obedeciendo a un Plan
estratégico que muchos conocemos, pero que por apatía, desinterés ó alguna otra
razón queremos ignorar. Y aquí es consecuente afirmar: “Callar
debiendo hablar es cobardía”.
Es preocupante
ignorar hechos concretos que nos muestran claramente como nos están forzando y
comprometiendo con el Socialismo del Siglo XXI:
1. Con su discurso, desde su posesión el actual Presidente, nos mostró a
sus electores que no iba a cumplir sus compromisos de Campaña, en especial lo
referente a la Seguridad democrática.
2. Con las leyes tramitadas en lo referente al manejo de
la tierra está
trazado una Política generadora de encrucijadas y engaños que más
fácilmente conducen al País a un Guerra Civil que a una convivencia pacífica.
3. La política del Gobierno, contenida en el Proyecto del marco para
la Paz, que ha puesto a liderar al Senador
BARRERAS, parece programada para amparar los terroristas, paramilitares y
delincuentes; pero nunca para proteger al País honesto y productivo. No se
ocupa siquiera de proteger al país penalizando la participación incógnita de encapuchados en
diferentes ambientes y manifestaciones para alterar el Orden Público y para
destruir el Patrimonio Nacional
4. La labor programada, en forma permanente por la izquierda, es
estratégica y no puede ser desconocida; ella coincide y se demuestra con un plan de las FARC, contenido en correos de los computadores del
“Mono Jojoy” que fueron judicializados, donde sugiere la institucionalización
de la Marcha Patriótica para la
construcción de la alternativa política.
En ella tienen participación
activa, organizaciones de toda índole: sociales populares y políticas de
campesinos, indígenas, estudiantes, trabajadores, barriales, culturales y hasta
del gobierno, representados por encapuchados, en-togados y demás infiltrados en
los diferentes estamentos del Estado.
5. Para completar, ya
el Señor Presidente acaba de sugerir el vacío que causa la ausencia de Cuba en LA
SEXTA CUMBRE DE LAS AMÉRICAS. Además, jugando
con protagónico interés político personal, se propone fungir como el abogado
para rogar la incorporación de Cuba a la Organización de países demócratas
de América Latina. ¡¡¡Cuba
demócrata, que insensatez!!!.
Concluyendo, hasta
aquí, es claro para y hasta donde quiere llevar el Doctor Santos al
País.
Todo lo anterior,
nos indica que no es conveniente seguir indiferentes y tolerando éste orden de ideas que pretenden
entregar el País a intereses foráneos, ajenos a nuestra nacionalidad.
Es innegable que
desde hace 60 años, el Estado ha venido
cediendo ante el terrorismo, el narcotráfico y la delincuencia organizada,
creando oportunidades en búsqueda infructuosa de la Paz, hasta llegar hoy, al
colmo de que las personas que les son proclives a las FARC, pueden hacer lo que
quieran y no les sucede nada.
Nuestra
historia, en busca infructuosa de la Paz, ya acumula la experimentación de, no
menos de 10 acuerdos de paz con los subversivos y
hasta generó una Constitución (la de 1.991); en todos los casos el estamento
gubernamental les ha dado todas las garantías para que se reintegren a la vida
ciudadana. Estas experiencias todas fallidas,
por debilidad del Estado y compromisos entreguistas y apátridas de los
Gobiernos de turno.
Llegó la hora de
redireccionar el rumbo que lleva el País.
Como colombianos, los electores no solo contamos con el régimen
constitucional y debemos exigirle al Gobierno que no se sobrepase en el manejo
del Poder en contravía de nuestros deseos, sino que podemos llegar a la
desobediencia civil, desajustando los diferentes presupuestos que dan
gobernabilidad.
Ojala reflexionemos como una Sociedad culta y
reaccionemos oportunamente con una UNIDAD más sólida y dinámica para ayudar a reorientar nuestros programas
de gobierno. Lo más
grave es la silenciosa indiferencia de las Mayorías. Pido
al gran arquitecto, que no sea demasiado
tarde y no nos toque pagar caro por nuestro cobarde silencio.
Marino Ríos
Restrepo C. de C. 17´109.744