sábado, 31 de agosto de 2013

EL CONFLICTO COLOMBIANO

DESPIERTA COLOMBIA COMUNICADO DEL SEÑOR BRIGADIER GENERAL JAIME RUIZ BARRERA, PRESIDENTE DE ACORE

¡Quién lo creyera! El País está enfermo de gravedad y si continua en ese estado crítico, colapsará muy pronto; a menos que el pueblo colombiano tome conciencia y dejen de lado la indiferencia y la ignominia hacia sus Fuerzas Militares, que son las únicas que le ofrecen la tranquilidad y la paz a todos los ciudadanos.
Donde las Farc lleguen al poder por la desidia de los colombianos, no quedará pies ni cabezas; se perderán los bienes, cerrarán industrias, habrá desempleo y hambre por doquier; nadie podrá tener más de un bien y se pagará muy caro por ello. Tenemos como ejemplo a nuestro vecino (Venezuela) donde el desempleo es de los más altos en Sur América; los hospitales, medicinas y médicos han ido desapareciendo; la comida escasea y el crimen se disparó a tal punto que es considerado como el país suramericano más peligroso del mundo. ¿Eso es lo que queremos para nuestro País...ese es el paraíso que tendremos en el futuro y para el futuro de nuestros hijos y nietos?

Marchemos contra las Altas Cortes y Magistrados corruptos. Son ellos los que le tienen que pedir perdón al País por todas las aberraciones que han cometido contra el pueblo colombiano; nuestro Presidente que se la pasa posando en todos los periódicos, debe pronunciarse enérgicamente y hacer algo por el País y por el pueblo colombiano.
                                     
Desafortunadamente, los medios de comunicación son manejados hábilmente por el Presidente y sólo publican lo muy poco bueno que hace, pero las cosas negativas de su mandato son ocultadas y no se publican.

Despierta Colombia antes de que sea demasiado tarde!  DIOS salve a nuestra Patria y al pueblo colombiano.  

domingo, 25 de agosto de 2013

ANÁLISIS DEL CONFLICTO ARMADO EN COLOMBIA



Retos para la nueva cúpula Militar

El sorpresivo relevo de los generales Navas, Mantilla, Pinilla y el almirante García, pocos días después de la payasada de Santos con su delfín disfrazado de soldado de Fuerzas Especiales, durante el más importante desfile militar; al mismo tiempo que el fingidor mandatario se sobraba en alabanzas para “la mejor cúpula militar de la historia colombiana”, se sugiere a los generales Barrero, Rodríguez, León y el almirante Wills, que analicen tales hechos, por razones tan simples como estas:
    1.       Quien no es  leal con quienes lo llevaron y lo han sostenido en el inmerecido cargo, tampoco será leal con quienes nombró para sacar del camino a sus antecesores.
    2.      Desde 1992 existe un vergonzoso e insoluto problema de nivelación salarial de militares y policías, el cual es de pleno conocimiento de Santos, pues para desgracia de las tropas este personaje ha pasado sin pena ni gloria, y no ha hecho nada por solucionar incoherentes trabas en torno un derecho legítimo de militares y policías, máxime que Santos  fue ministro de Hacienda, de Defensa y ahora presidente, es decir los tres cargos más sensibles y cercanos a la solución del problema.
    3.      Así como Santos se auto elogió y se apropió de la genialidad de la Operación Jaque para proyectar su marrullera carrera presidencial, y de paso desconoció a los verdaderos cerebros y actores de la audaz maniobra aeroterrestre; también se ha auto declarado el mejor ministro de defensa de la historia y el más amigo de los soldados a quienes a diario deja al garete, como se evidencia en los desgastados e improductivos conversatorios en La Habana con los jefes terroristas.
    4.      Para el efecto Santos ha recurrido a todos las payasadas posibles, por desgracia toleradas por la cúpula saliente y algunos de la entrante, tales como disfrazar al hijo de lancero, luego de fuerzas especiales y como cualquier dictadorzuelo africano llenarlo de medallas y aditamentos inmerecidos en el uniforme.
El 9 de abril ordenó sacar hasta la Escuela Militar de Cadetes a hacer la pantomima del respaldo popular a su embeleco de paz, al lado de todos los funcionarios de ministerios, institutos descentralizados y alcaldía de Bogotá, a quienes además les dieron día libre, pagado por los contribuyentes, algunos de los cuales cometieron la irresponsabilidad histórica de elegir a Santos.
     Aunque no le funcionó la traida del Papa a Colombia para que bendijera y avalara su vanidosa pretensión de Premio Nobel de Paz, Santos no se refiere al espurio fallo de La Haya contra Colombia, porque sabe que al hacerlo lo tildarían de guerrerista y se le podría escapar el también inmerecido galardón internacional y desde luego su ansiada reelección.
     Cuando se creía que en Colombia habían quedado atrás las tránsfugas marrullas  de López Michelsen,  o las grotescas patanadas de Carlos Lleras, o las debilidades de carácter de los dos Pastrana, o la politiquería barata de Samper y Gaviria, o la estulticia de Belisario y Barco, la aristocracia criolla convencida de su destino manifiesto y mesiánico, resucitó un camaleón, que parece acomodarse a todas esas nefastas características de sus antecesores, acorde con las circunstancias que favorezcan su ego.
      El núcleo preocupante del problema, es que por medio de artilugios, componendas con los gobiernos comunistas de Venezuela, Nicaragua, Cuba, Ecuador, Brasil, Uruguay y Argentina, las Farc se están saliendo con la suya en La Habana; a pesar de las constantes derrotas militares que sufren sus cabecillas intermedios, obra de los soldados no de la presumida genialidad de Santos.
     En 1997, los terroristas Luis Merino de El Salvador y Narciso Isa Conde de República Dominicana, se reunieron en Tirofijo en el Caguán, para transmitirle el pensamiento de Fidel Castro, frente a la intención de los terroristas de iniciar “conversaciones de paz” con quien relevara al desprestigiado y cínico gobierno de Samper.
    En sus memorias recientemente publicadas por un funcionario oficial de la dictadura cubana, Merino hace hincapié en que la orden de Fidel a todos los comunistas del hemisferio era unirse en torno a Chávez en Venezuela, que les daría muchos petrodólares para financiar la propaganda y el terrorismo comunista, y desde luego hacer un bloque conjunto para presionar la paz en Colombia.
      Pero no la paz de la desmovilización de las Farc, sino un esquema similar con el que en la actualidad, desde La Habana los bandidos manipulan a De la Calle y su combo de mudos compañeros.
  Una paz basada en la desarticulación progresiva de las Fuerzas Militares con la creación de un ministerio de seguridad para policías dirigidos por civiles; el perdón total a toda la barbarie narcocomunista, el enjuiciamiento de todos los militares que los combatieron, la entrega de zonas liberadas de producción agrícola donde los comunistas puedan continuar el desarrollo de las etapas superiores de la revolución socialista del siglo XXI, al estilo de la actual Venezuela.
Quiera Dios que los generales Barrero, Rodríguez, León y el almirante Wills, den la lectura adecuada a esta realidad y preparen las Fuerzas Militares para evitar esa catástrofe histórica, política y moral de la institución armada.
     Si embelesados en la guerra y en las marrullas de Santos con elogios y golpes arteros a traición, olvidan lo fundamental que es la existencia de la soberanía nacional, soportada por sus Fuerzas Militares, las consecuencias serán fatales para Colombia.
     A manera de sumario, es pertinente recomendar a los actuales altos mandos militares:
     1.       Oponerse a la creación del Ministerio de Seguridad, pues la solución es militarizar la policía y convertirla en una cuarta fuerza militar, o crear un cuerpo de carabineros y desarmar todos los cuerpos de policía que usan fusiles, helicópteros de guerra o cumplen misiones de combate; y entregarles bastones y algunos de ellos armas cortas para combatir delincuencia urbana. No se puede admitir un cuerpo armado con capacidad de combate como rueda suelta, ajena a las Fuerzas Militares y al vaivén de los politiqueros de turno.
      2.      Centralizar la inteligencia operacional en las Fuerzas Militares. El reiterado cuento mediático de “exitosa operación contra las Farc con inteligencia de la policía y bombardeo de la Fuerza Aérea”, no solo desvirtúa la función constitucional de la Policía Nacional, sino que pone en entredicho la idoneidad de las Fuerzas Militares, en medio de un ambiente de celos profesionales y protagonismo mediático, del que el general Naranjo salió diplomado con tesis laureada.
     3.      Activar una escuela de Geopolítica a al cual vayan todos los oficiales superiores a estudiar los fenómenos inherentes a la situación interna y externa de la actualidad.
      4.      Estructurar los cursos de inteligencia estratégica, pues es algo que necesitan los oficiales superiores para ejercer altos cargos de comando, y también, los ministros civiles de defensa, los cancilleres, los embajadores, los cónsules y los agregados militares y de policía.
    5.      Fortalecer la defensa aeronaval del Caribe Colombiano, pues las pretensiones de China, Rusia, Brasil y Venezuela van en serio contra el Archipiélago San Andrés, la plataforma continental colombiana y nuestro mar territorial.
     6.      Escribir la memoria histórica con valoración científica social del conflicto y elaborar cientos de audiovisuales, libros, revistas, y documentos electrónicos acerca del terrorismo comunista contra Colombia.
     7.      Desempolvar todos los archivos de inteligencia e instaurar todas las denuncias penales y demandas a que haya lugar contra el Partido Comunista y sus cómplices de las Farc por el genocidio sistemático de campesinos y demás barbaridades contra los colombianos.
     8.     Fortalecer los medios de defensa jurídica de los miembros de las Fuerzas Militares.
     9.      Incrementar la instrucción en todos los niveles del mando,  acerca del conocimiento de los alcances, objetivos y métodos del Plan Estratégico de las Farc.
       Como se puede inferir de estas tareas se desprenden muchas misiones más, todas encaminadas a blindar las instituciones militares de la audacia de los comunistas y de la impredecible lealtad o mejor del impredecible concepto de la lealtad que tiene Santos con los militares que lo llevaron y lo han sostenido en los cargos de su vanidosa carrera política, a partir de cuando el entonces presidente Uribe cometió el imperdonable error histórico de nombrarlo Ministro de Defensa, a sabiendas de su camaleónica personalidad.
    A manera de epílogo, se recuerda a los señores generales y al almirante Wills que Sun Tzu, puntualizó:
    “El buen general sabe que hay caminos que no se deben recorrer, batallas que no se deben enfrentar y órdenes del soberano que no se pueden cumplir”.
     El juicio de la historia es inexorable. Con reelección o sin ella, Santos pasará a la historia con similares niveles de mediocridad a Marroquín, Pastrana, Samper o Gaviria; pero Colombia siempre necesitará unas Fuerzas Militares sólidas, cultas y capaces de salvar la república cada vez que los politiqueros de turno, pretendan entregar el país a los violentos, en aras de su figuración personal, su insatisfecha e ilimitada vanidad y la creencia de la superioridad de sangre sobre el resto de los mortales.
     El reto es muy grande. Total que manos a la obra.


Coronel Luis Alberto Villamarin Pulido, Ejército de Colombia.

jueves, 22 de agosto de 2013

LO QUE EXIGEN LAS FARC EN LA HABANA EN LO POLÍTICO

ANÁLISIS DIEZ PROPUESTAS DE LAS FARC

Autor: MG LUIS HERNANDO BARBOSA HERNANDEZ
Magister en Defensa y Seguridad Nacionales.   

De acuerdo a lo propuesto por el grupo insurgente se hará un análisis de los que ellos proponen frente a la realidad institucional y a los comentarios de otros políticos.
Para mejor entendimiento las apreciaciones se hacen teniendo como base lo suscrito por las FARC, que aparecen en su estilo y color de impresión original  y lo que se aporta esta en letra roja y un aspecto de refuerzo en letra amarilla.    

La Habana, Cuba, sede de los diálogos de paz, agosto 2 de 2013
Diez propuestas mínimas de Garantías plenas a las organizaciones guerrilleras en rebelión y a sus combatientes para el ejercicio de la política en el evento de un Acuerdo final

En desarrollo de las propuestas para la Participación política para la democratización real, la paz con justicia social y la reconciliación nacional, se presenta el siguiente conjunto de iniciativas correspondiente al tercer punto sobre Garantías plenas a las organizaciones guerrilleras en rebelión y a sus combatientes para el ejercicio de la política en el evento de un Acuerdo final:
 

1. Cambios institucionales para la participación política.
2. Medidas excepcionales y transitorias de participación política.
3. Creación de la Jurisdicción especial de paz.
4. Conformación del movimiento político que surja del paso de las FARC-EP a la actividad política legal.
5. Financiación estatal del nuevo movimiento político.
6. Participación en el Consejo Nacional Electoral.
7. Acceso especial a medios de comunicación.
8. Garantías plenas de seguridad.
9. Otras formas de participación política y social
10. Comisión permanente de seguimiento a la participación política.

3.1. Cambios institucionales para la participación política.
El tránsito de las FARC-EP al escenario de la lucha política  legal estará precedido de la provisión de todos los cambios institucionales permanentes a que hubiere lugar para garantizar de manera efectiva, real y material, los derechos políticos de todos los integrantes de las organizaciones guerrilleras en rebelión contra el Estado, incluidos los presos políticos y los prisioneros de guerra. En especial se trata del reconocimiento y las garantías para la participación política y social, incluidos el derecho a elegir y ser elegidos, el derecho a conformar partidos o movimientos políticos y sociales, y el derecho a otras formas de participación política y social. Los cambios institucionales deben ser expresión de la voluntad del constituyente primario y comprometer a todos los poderes públicos, teniendo en cuenta la reconstrucción y el conocimiento de la verdad histórica sobre las causas, los efectos y las víctimas del conflicto político, social y armado a lo largo de las últimas seis décadas.
Es fácil determinar las verdaderas intenciones de las FARC, quieren la reestructuración del Estado, convirtiéndolo en lo que han estado buscando en los más de cincuenta años de lucha armada, en otras palabras el modelo Chavista. Es decir tratan de limpiar de toda culpa a terroristas, muchos de ellos condenados por la Justicia Colombiana y convertirlos fácilmente en lideres políticos.  
Como ha sido su tónica desde el inicio de las conversaciones exigen como mecanismo de refrendación el constituyente primario a pesar de que solo tienen un escaso 2% de aceptación. Grave para ellos los resultados de las últimas encuestas publicadas por el diario el Espectador en su edición del domingo 11 de agosto del año en curso,  las cuales transcribo como soporte. Aclaro que la encuesta la hizo un medio afecto al Gobierno como es caracol por intermedio de la firma Cifras y Conceptos una encuesta Polimétrica. Las FARC se olvidaron por completo de la opinión del pueblo, no ha existido en el mundo una revolución exitosa sin el apoyo popular. Veamos los resultados
Referendo popular para ratificar los acuerdos, acepta 47%, No acepta el 53%; Participación electoral de representantes o miembros de las FARC sin condenas Acepta el 24%, No  acepta el 53%;  Cero años de cárcel para la tropa raza(sic) y entre cinco y ocho años para los lideres (como a los paramilitares) Acepta el 23% NO acepta el 77%;  Participación electoral de los miembros del secretariado Acepta el 22%, No acepta el 78%;  Dejar de usar las armas sin entregarlas al Gobierno, Acepta el 20%, No acepta el 80%;  Cumplimiento de la ley 60 para zonas de reserva campesina, acepta el 20%. No acepta el 80%;  Condena sin pago de cárcel para los lideres. Acepta el 13% No acepta el 87%;  Asignar curules en el congreso sin elección popular a los lideres con condenas Acepta el 11%, No acepta el 89%.
Difícil panorama para el Gobierno y guerrilla que creen que aprovechando el anhelo nacional de la paz pueden manipular la opinión pública, otorgando unas prebendas a la luz pública absurdas, y tratando de que se pase al olvido sin contraprestación alguna,  las atrocidades por ellos cometidas  durante más de cincuenta años.      

3.2. Medidas excepcionales y transitorias de participación política.
En el evento de la firma de un  tratado de paz, se proveerán los cambios institucionales excepcionales y transitorios que se requieran, para garantizar la participación directa en el poder legislativo, en las Asambleas departamentales y en los Concejos municipales durante los períodos que se determinen. Los cambios institucionales incluyen la eliminación permanente de cualquier prohibición o impedimento que pueda afectar el pleno ejercicio de cualquiera de esas investiduras por parte de los integrantes de las organizaciones guerrilleras. A las FARC-EP y a los partidos o movimientos políticos y sociales que surjan como resultado de la firma de un eventual acuerdo de paz  se les asignará en forma directa un número de curules en las instancias parlamentarias. El acuerdo final contendrá definiciones precisas sobre la asignación de estas curules y de las que se pacten para Asambleas departamentales y Concejos municipales.
Este punto está relacionado y soportado con lo afirmado en  el párrafo anterior, ellos quieren llegar a los Concejos Municipales, a las Asambleas Departamentales y desde luego a la Cámara y Senado de la Republica, sin otro argumento que el de ser guerrilleros, aspecto que ni algunos políticos ni el pueblo Colombiano en su mayoría,  ven con buenos ojos, eso sería premiarles los crímenes cometidos en sus años de lucha, por puestos políticos sin hacer ningún esfuerzo. El pueblo Colombiano aun rechaza lo que se hizo con los miembros del M-19.   

3.3. Creación de la circunscripción de paz.
Se creará una Circunscripción especial de paz en el Congreso de la República para permitir y garantizar la participación de las FARC-EP y de los partidos o movimientos políticos y sociales que surjan como resultado de la firma de un eventual acuerdo de paz. La circunscripción tendrá la duración y el número de curules que se establezca en el acuerdo final.
Se proveerán los cambios institucionales del caso, incluyendo: la eliminación permanente de cualquier prohibición o impedimento que pueda afectar el ejercicio de cualquiera de esas investiduras por parte de los integrantes de las organizaciones guerrilleras; la definición del umbral electoral, y las garantías electorales tales como la financiación estatal de las campañas, el acceso a medios de comunicación y la seguridad. La Circunscripción de paz se creará sin menoscabo del otorgamiento extraordinario de curules.
Desde luego que la creación de esta circunscripción de paz ya debe tener los candidatos listos,  que no pueden ser otros que los miembros del PC3, (Partido comunista clandestino de Colombia) que ha estado trabajando de acuerdo a los principios del Comunismo Internacional, es decir agazapados, infiltrados, mostrando piel de ovejas y esperando el momento decisivo para mostrar su verdadero rostro. Con esta entidad los guerrilleros tendrán todas las oportunidades para ocupar los cargos que deseen, sin someterse a campañas políticas, ni a votaciones populares, es decir llegaran al poder Rural, urbano, municipal y departamental con la benevolencia y financiación del Estado y en corto tiempo ese poder los llevará a la Presidencia de la República. Además sería totalmente injusto, poner en desventaja a otros partidos políticos minoritarios que siendo legales y sin historial delictivo, están a punto de ser vetados por no alcanzar el umbral establecido por la ley electoral, en otras palabras sería premiar a los que han destruido el país.

3.4. Conformación legal de un nuevo movimiento político.
En la eventualidad de la firma de un Tratado de Paz, se proveerán todos los cambios institucionales a que hubiere lugar para que las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia – Ejército del Pueblo puedan transformarse en un movimiento político legal.
El movimiento político de las FARC está creado hace muchos años se llama PARTIDO COMUNISTA COLOMBIANO, no podemos olvidar que la FARC,  surgió como un apéndice armado del comunismo en Colombia y como una réplica de las tendencias revolucionarias del mundo en esa época, auspiciadas por la Unión Soviética, después por Cuba y otros países que veían en el comunismo el sistema político ideal de gobierno. También es bueno recordar que el grupo subversivo en sus comienzos se denominaba, FARC-PC, es decir Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, Partido Comunista, luego y debido a los múltiples crímenes que cometían, el partido comunista se desligó, en apariencia del grupo subversivo solo para mantener una imagen no criminal ante el pueblo Colombiano, pero los apoyos ideológicos han seguido y los dirigentes del Partido siempre han defendido el accionar del grupo armado. Lo único que tendría que hacer la guerrilla, es decir públicamente cuáles son los movimientos políticos de fachada actuales y que el Estado de acuerdo a la ley les de la personería como partido político.       

3.5. Financiación estatal del nuevo movimiento o de los nuevos movimientos políticos.
Sin perjuicio de la financiación estatal que se establezca para todos los partidos políticos y movimientos políticos y sociales, el nuevo movimiento político que surja del paso de las FARC a la actividad política legal y los demás movimientos que surjan como consecuencia del Acuerdo de paz,  contarán con una financiación adicional especial, equivalente al diez (10) por ciento de la financiación estatal total. Tal financiación tiene la función de proveer condiciones para cualificar la acción política del o de los nuevos movimientos, incluida la financiación de espacios de Investigación para el análisis y el seguimiento de las políticas públicas en todos sus ámbitos.
Realmente esta financiación podría ser similar a la vacuna o al chantaje que le han impuesto al pueblo Colombiano, es decir ellos seguirían  en lo mismo, pero ahora con dineros oficiales y con partidas fijas, esta vacuna dejaría de llamarse así,  y se denominaría aporte del Estado para que las FARC, tengan facilidad de hacer sus campañas políticas, con la seguridad de que las vacunas que actualmente imponen a los cultivadores de coca, fuera de sus frentes, a los mineros legales e ilegales, a los finqueros a los conductores de transporte intermunicipal en fin a todos los medios de producción, seguirán, ellos no van a renunciar a esos inmensos recursos que reciben y que les permiten además de tener una vida social muy alta en otros países, financiar la guerra contra el estado Colombiano. Es el ejemplo clásico del cinismo de las FARC, exigir recursos al estado, cuando no han hecho más que enriquecerse con dineros ilícitos durante todo su historial delictivo. Pero el propósito no debe ser necesidad de dinero sino forma de legalizar lo que han obtenido por medios  fraudulentos.     

3.6. Participación en el Consejo Nacional Electoral.
El o los nuevos movimientos políticos tendrán participación directa en el Consejo Nacional Electoral con un representante.
Con esta prebenda, podrían intervenir cualquier política del Gobierno para organizar, dirigir y mantener el sistema democrático en Colombia.

3.7. Acceso especial a medios de comunicación
Sin perjuicio del acceso a medios de comunicación que se establezca para todos los partidos políticos y movimientos políticos y sociales, el nuevo movimiento político que surja del paso de las FARC a la actividad política legal, y los demás movimientos que surjan como resultado de la firma de un Acuerdo de paz, contarán con condiciones especiales de acceso a los medios de comunicación impresos, de radio y televisión, y de internet, por el tiempo que se establezca en el acuerdo final. Por acceso se entiende el acceso a la propiedad y a la participación en los medios públicos estatales, incluida su programación. En todos los casos la financiación será estatal. En especial, se financiará un diario impreso, una revista de teoría y análisis político, una emisora y un canal de televisión de cobertura nacional. Se garantizará la participación directa de los nuevos movimientos políticos en el Consejo Nacional de Medios de Comunicación, institución que deberá crearse como parte de los cambios institucionales de participación política y social.
Los actuales partidos políticos no tienen esas prerrogativas, deben buscar sus recursos para financiar  sus campañas, no tienen ni emisora, ni canal de televisión propio, ellos buscan ser más que los demás partidos, es decir el Estado dispuesto a complacer todos los deseos de las FARC, y como tienen emisoras clandestinas pues también pueden exigir que además de legalizarlas, les den al apoyo económico suficiente para modernizarlas. El ingreso al consejo Nacional de medios de Comunicación, sería funesto para el Estado Colombiano y para la libertad de prensa que existe en Colombia ya que ellos regularían la información. Es de aclarar que con el dinero que tienen fruto del narcotráfico, de la extorsión, el secuestro y otros delitos están en capacidad de comprar emisora, canales de televisión y otros medios en caso de que el Estado no le dé el apoyo exigido

3.8. Garantías plenas de seguridad.
El o los nuevos movimientos políticos, sus dirigentes y militantes, tendrán garantías especiales de seguridad. El diseño y la implementación de los mecanismos y dispositivos de seguridad colectiva e individual serán concertados. Se creará una Comisión especial de seguridad, con participación directa de representantes del o de los nuevos movimientos políticos, que contará con acompañamiento internacional.
Desde luego que entre las medidas o acuerdos del proceso la seguridad de los miembros de las FARC, debe tener una prioridad del Estado para que no se repita lo de la UP, pero esas regulaciones y normas las debe dar el Estado y no aceptar como ellos dicen intervención Internacional, de hacerlo estaríamos Ad portas, de tener que recibir al Ejército Cubano protegiéndolos y asumiendo las responsabilidades de las Fuerzas Militares, como sucede en Venezuela. Tampoco sería viable que se repitiera lo que paso con el M-19, que los miembros de esa organización fueron ubicados en el DAS y le prestaban la seguridad a sus antiguos cabecillas, eso sería  vulnerar una vez más la dignidad de una institución. 

3.9. Otras formas de participación política y social.
Se proveerán las condiciones para la participación política y social del o de los nuevos movimientos, en todos los mecanismos de participación distintos a los del sistema político y de representación.
La constitución Nacional prevé  los mecanismos para que los movimientos de cualquier ideología puedan ejercer su participación en el ambiente político colombiano, solo se requiere hacer algunos ajustes que desde luego tendrían que tener el aval de los organismos de control correspondientes. 

3.10. Comisión especial permanente de seguimiento a la participación política.
Como resultado de un eventual acuerdo de paz, se creará la Comisión especial de seguimiento a la participación política. La Comisión será de origen constitucional, contará con representantes de los poderes públicos, incluido el poder popular, y con representantes del o de los nuevos movimientos políticos. Su función principal consistirá en garantizar el cumplimiento de lo acordado en materia de participación política para los movimientos que surjan como para el conjunto de la ciudadanía.
Este punto no tendría ninguna restricción, desde luego se debe establecer un mecanismo de seguimiento tanto a la participación política como al cumplimiento de lo acordado, no solo por el Gobierno sino también por el grupo subversivo. En lo posible sin participación de organismos internacionales y menos ONGs de izquierda.

DELEGACIÓNDE PAZ DE LAS FARC-EPCONCLUSIONES GENERALES

1.- Tal como lo expusieron en la apertura de las negociaciones en Oslo Noruega, ellos no aceptan estar en derrota militar, y creen que  es un argumento válido para exigirle al Estado lo que estimen  conveniente.

2.- Seguirán en su tónica de desconocer el sistema político colombiano, la justicia y el ordenamiento actual, para exigir la reestructuración que ellos exigen y que les daría ventajas estratégicas. Ellos presumen que el Gobierno tendrá que ceder a sus pretensiones o NO habrá negociación
3.-Mantienen su tendencia a buscar por todos los medios el poder local, con lo cual aseguran en un futuro tener las bases necesarias para la toma del poder. Esta si es la base fundamental de sus pretensiones, porque acá está el verdadero poder.

4.- En solo dos puntos de las actúales conversaciones han pedido la reestructuración del  Estado, su cambio en el manejo económico, cambios en el sistema político, cambios en la conformación del sistema de Gobierno, se deben ir previendo las exigencias en los tres puntos que faltan, y todo lo que tendrá que aceptarse por parte de los negociadores, para que firmen un acuerdo de paz. Es decir tendremos que ir valorando el precio que como ciudadanos del común tendremos que pagar, para que se pacte un posible  proyecto de paz.

5.- El Estado Colombiano por medio de los negociadores iniciales, es decir de los que en forma secreta se reunieron con las FARC, no midieron las consecuencias ni el trasfondo de lo pactado y firmado y ahora los actuales negociadores están pagando las consecuencias de la debilidad de no  haber profundizado cada una de las palabras que escribieron y que al firmar dieron como validas, para darle mayor peso a esta afirmación solamente me referiré al punto tres del ACUERDO GENERAL PARA LA TERMINACION DEL CONFLICTO Y LA CONSTRUCCION DE UNA PAZ ESTABLE Y DURADERA.  “FIN DEL CONFLICTO”, Proceso integral y simultaneo que implica: numeral 2. DEJACION DE LAS ARMAS. REINCORPORACION DE LAS FARC-EP A LA VIDA CIVIL- EN LO ECONOMICO, LO SOCIAL  Y LO POLITICO DE ACUERDO CON SUS INTERESES (resaltado en mayúscula fuera del texto original solo para dar mayor énfasis). Con lo escrito y firmado en este punto del acuerdo inicial las FARC, no están en absoluto fuera de contexto, están solo haciendo uso de la ingenuidad del grupo negociador inicial ya que todo lo que pidan, estará enmarcado en lo que dice el texto “De acuerdo a sus intereses”. Para cualquier abogado o político sería muy fácil entender que si piden Zonas de Reserva Campesina, curules en las diferentes corporaciones, no entrega de armas, no pago de cárcel por sus crímenes, no sometimiento a la justicia Colombiana ni internacional, canales de radio y televisión, etc, etc, etc,  todo se puede asumir de que está  enmarcado dentro de sus propios intereses. En este punto deseo una vez más recurrir al artículo escrito por Darío Acevedo Cardona Columnista invitado del diario el Espectador en su columna del 11 de Agosto, titulado “Sorprendente encuesta sobre paz y política” analizando los resultados de la encuesta cuyos datos utilice al inicio dice “Los resultados son categóricos y deben ser tenidos en cuenta por el parsimonioso y silente equipo oficial de negociación. Lo que les parece inaceptable a los colombianos es una negociación con impunidad, sin dejación de armas, con concesiones políticas, como una constituyente o la asignación de curules. Los comandantes farianos deben prestar atención si es que quieren de verdad una negociación con reconciliación. En algunos casos  más del 53% y en otros hasta el 87% dicen no a sus propuestas.”  Más adelante manifiesta “La segunda cuestión que debe reconocer el Gobierno es que carece de una estrategia en la Mesa, sus delegados no parecen estar defendiendo las instituciones, le han dejado la iniciativa a los jefes Farianos de tal forma que la población no los ve como sus defensores. Dan la impresión de que están acobardados  y a la defensiva.” Lamentablemente esta impresión la tienen políticos de diferente corriente y editorialistas de algunos medios de comunicación.

6.- Por último muy crítico el panorama político a pocos meses de iniciarse la contienda electoral, ni el presidente actual, ni otro candidato de derecha se ve con la capacidad y la votación necesaria para llegar al palacio presidencial lo que refuerza el argumento de muchos que la oposición llámese izquierda, marcha patriótica o como se quiera llamar puede tener el camino despejado, por la pugna entre los líderes que defienden la verdadera democracia. Lo más preocupante y quizás lo más peligroso de este proceso, son los graves problemas que está atravesando la clase política, que ha sufrido un gran desgaste y muestra un grave deterioro en su credibilidad en los últimos años, debido a la corrupción, la falta de liderazgo, y la pérdida de identidad en los postulados que rigen los partidos, además de la falta de cohesión producto del sistema electoral, la falta de lealtad y las componendas burocráticas, que han facilitado a las minorías de izquierda a imponerse en algunas contiendas electorales como ha sucedió en los últimos periodos con la Alcaldía de Bogotá.  Ojala Colombia no caiga en tantos vacios y nos toque repetir lo de otros países como Venezuela que debido a lo anteriormente dicho, se vio avocada a   entregarle los destinos de la Patria al primer contradictor y vendedor de ilusiones que se apareció. 



Enviado por - Oficina de Prensa Cuerpo de Generales y Almirantes de la Reserva Activa CGA

martes, 20 de agosto de 2013

CRUDO ANÁLISIS DE UN OBSERVADOR INTERNACIONAL SOBRE LA PAZ EN COLOMBIA

ANÁLISIS DEL PROCESO DE PAZ POR UN OBSERVADOR INTERNACIONAL
Jacques Thomet
Por Jacques Thomet. Un Journalisme d’investigation, Paris
18 de agosto 2013
Por haber vivido durante cinco años en Colombia (1999-2004) como director de la Agencia France-Presse, y por haber seguido informando acerca de vuestro país a través de mi blog y de mis libros de investigación, puedo decir que estoy consternado por el deslizamiento gradual de vuestro pueblo hacia los abismos del horror comunista en provecho de las FARC.
El arquitecto de este descenso a los infiernos, si no hay una reacción popular que lo impida, no es otro que Juan Manuel Santos.
Este presidente que ustedes eligieron en 2010 ha tirado a la basura el legado de Álvaro  Uribe y su política de seguridad democrática, para sacar de un sombrero mágico, en agosto de 2012,  el espejismo de un acuerdo de paz con los terroristas de las FARC.
Su objetivo no tiene nada que ver con la salvación de Colombia. Su objetivo es que le concedan un día el premio Nobel de la Paz, el mismo que buscaba el ex presidente Andrés Pastrana cuando le entregó el Caguán a las FARC como zona desmilitarizada, de siniestra memoria, controlada únicamente por ellos, entre 1998 y 2002.
Esta no será la paz de los valientes, como la que pactó Argelia con el general Charles De Gaulle, será la paz de los cementerios, tan llenos ya por las atrocidades de esa guerrilla criminal.
Si el plan de paz inventado por vuestro presidente llega a concretarse, nadie dará nada por vuestras libertades, vuestros ingresos, y sobre todo  por el lugar que Colombia está llamada a reivindicar en el primer mundo por su dinamismo reconocido.
La negociación en curso está a punto de culminar. Si esa espiral negativa se concreta ello llevará a la destrucción de vuestro país en favor de un régimen comunista, como el de Cuba, donde viven desde hace un año los enviados del poder al lado de los terroristas de las FARC.
Pero ustedes no son conscientes de eso. Perdónenme por decirlo, pero me refiero a vuestra falta de reacción, para no calificarla de anestesia colectiva.



Juan Manuel Santos y la canciller maría Ángela Holguín ríen a carcajadas por lo que les enseña Raúl Castro. Mientras el país es bañado en sangre por los terroristas aliados de Cuba.


¿Cómo podéis admitir que todos los comandantes de las FARC puedan no sólo ser amnistiados, sino que puedan ser autorizados a aspirar a mandatos electivos gracias a una nueva Constitución redactada por sus delegados?
Los más jóvenes de ustedes no tienen la excusa de la ignorancia pues viven en la era de Google. Basta sólo con escribir FARC-secuestros, FARC-militares, o FARC-atentados para darse cuenta de la orgía criminal que ha provocado la muerte de más de 200 000 colombianos desde 1964.
Durante los gobiernos de  Álvaro Uribe (2002-2010), los secuestros cayeron de  3.200 al año a menos de 300, y los principales jefes de las FARC fueron abatidos u obligados a huir a Venezuela y a permanecer en  refugios garantizados por el ex presidente Hugo Chávez y su sucesor, Nicolás Maduro.
En Cuba, las supuestas negociaciones de paz entre los jefes terroristas y los delegados silenciosos del gobierno languidecen desde hace un año para haceros creer que hay un  intercambio correcto. ¡Pero no hay ningún diálogo!
Pronto se os pedirá que aceptéis como representantes, senadores, alcaldes y concejales, sin haber sido elegidos, a los ex jefes guerrilleros ahora protegidos por la negativa presidencial de extraditarlos a  los EE.UU., donde ellos son buscados como lo eran los hermanos jefes del cartel de Cali, quienes fueron extraditados por Álvaro Uribe.
En julio pasado, 21 soldados colombianos fueron brutalmente asesinados por la guerrilla, la cual, hay que recordarlo, deriva su financiamiento del tráfico de cocaína y de los rescates de secuestrados.
¿Quién de ustedes ignora que  la zona del Catatumbo, cerca de Venezuela, se convirtió en una tierra de nadie en manos de las FARC, a pesar de que Juan Manuel Santos había dicho, cuando asumió el cargo, que no abandonaría “ni un milímetro” del territorio a los terroristas?
Ningún miembro del Gobierno, y mucho menos su presidente, ha denunciado esos horrores. Mudo, Juan Manuel Santos, uno de los herederos del diario El Tiempo, nacido con una cucharita de plata en la boca, no ha puesto fin, obviamente, a las pseudo-discusiones, a pesar de esa matanza y de esa violación de la soberanía nacional.
Vuestro presidente prefiere enterrar su cabeza en la arena para no correr el riesgo de poner en peligro su aspiración suprema: el Premio Nobel de la Paz.
¿Ese trofeo no fue otorgado en 1973 a dos sanguinarios, el general Vietcong  Le Duc Tho y al  Secretario de Estado norteamericano Henry Kissinger? El vietnamita rechazó ese título. Eso se comprende.
Colombia: vuestra astenia me sorprende y me duele. Ustedes no pueden ignorar lo que sería un futuro régimen totalitario con gente como Timoleón Jiménez (alias Timochenko), Luciano Marín Arango (alias Iván Márquez) y otros a la cabeza.
Yo puedo ratificar lo que he escrito en el pasado: ellos viven tranquilamente en Venezuela, cuando no se presentan ante las cámaras cómplices de Cuba, el sistema que os espera a menos de que …

¿Van ustedes a admitir que a la cabeza de vuestro país haya individuos que son dignos de una sola silla: la de los autores de crímenes de lesa humanidad ante la Corte Penal Internacional?

lunes, 12 de agosto de 2013

La estrategia secreta de las Farc

TOMADO DEL PERIÓDICO EL TIEMPO DE BOGOTÁ
La estrategia secreta de las Farc
Las recientes protestas del Catatumbo pusieron a sonar las zonas de reserva campesina.

Según Plinio Apuleyo, el 'plan Renacer' tiene como última táctica: las zonas de reserva campesina.

No habría, en principio, motivo para alarmarse. Las zonas de reserva campesina tienen la bendición de una ley, la 160 de 1994, que les confirió toda legalidad, así como los mejores propósitos. Se buscaba, en efecto, un ejercicio de asociación campesina que permitiera mayor productividad agrícola.
El tema, sin embargo, ha encendido duras y enconadas controversias, desde el momento en que en la mesa de diálogo de La Habana las Farc han propuesto la creación de 59 zonas de reserva campesina, que tendrían una extensión de 9 millones de hectáreas y gozarían de la misma autonomía política, económica y cultural de los resguardos indígenas o los territorios de los afrodescendientes.
“¡Es un disparate!”, exclamó en su momento el ministro de Agricultura, Juan Camilo Restrepo. “Las Farc –afirmó– quieren dividir y convertir al país en un mosaico de republiquetas independientes, y eso es algo que va contra la ley, contra la Constitución. Este gobierno no lo va a hacer.”
Analistas y calificados voceros de la izquierda saltaron de inmediato para rebatir esta interpretación del ministro Restrepo. Alfredo Molano, entusiasta defensor de las ZRC, que ha recorrido las regiones donde se han establecido las primeras de ellas, afirma que la propuesta de las Farc no tiene nada de revolucionario e insurreccional. “Simplemente es una idea que en una democracia liberal no tendría mayor relevancia.” De su lado, el expresidente Ernesto Samper sostiene que estas zonas, si se ciñen a la ley, serían la fórmula que permitiría la restitución de tierras de manera colectiva a muchos campesinos y evitaría “que los terratenientes los sigan cazando como palomas para ampliar sus propiedades”.
Propósitos encomiables, desde luego, ¿pero se reflejan ellos en la realidad de las zonas de reserva campesina constituidas? No sería la primera vez que entre nosotros una ley sufre graves distorsiones en su aplicación.
Primer rasgo evidente e inquietante: las ZRC se encuentran ubicadas en territorios donde los campesinos están ocupados esencialmente en el cultivo de coca. Lo han comprobado los funcionarios de la Unidad de Consolidación Territorial que se ocupan de la erradicación de cultivos ilícitos. Su sorpresa –nos lo han dicho– suele ser muy grande cuando los propios campesinos les confiesan con zozobra: “Cada vez que ustedes asperjen, erradican y se van, nos meten en problemas con las Farc”. “‘Vuelvan a sembrar’, nos dicen”.
Realidad inquietante. Todas, o casi todas las zonas de reserva campesina, se encuentran establecidas en la proximidad de frentes o bloques de las Farc. Es el caso de Pato-Balsilla, al norte del Caguán, que sirve de refugio y campamento principal a la columna móvil Teófilo Forero. De su lado, la ZRC del Retorno Calamar, en el Guaviare, principal zona cocalera de la región, alberga campamentos del bloque Oriental de las Farc. Y la que se encuentra en los municipios de Arenal y Morales, en el sur de Bolívar, cuenta con la presencia del bloque del Magdalena medio, de la misma guerrilla.
Dos zonas llaman especialmente la atención. La de Cabrera, en Cundinamarca, por hallarse en la provincia de Sumapaz. De su lado, la del valle del río Cimitarra, tiene la dominante presencia de la asociación campesina que lleva su nombre y la sigla ACVC. Recordemos que, luego de denuncias hechas por campesinos de la región, fueron allanadas sus sedes y detenidos varios de sus más reconocidos líderes por sus estrechos vínculos con las Farc.
Pero nada de esto es casual. Si uno revisa los correos incautados de Tirofijo a los miembros del secretariado de las Farc, en marzo del año 2005, descubre que las primeras ZRC eran vistas por él como territorios de apoyo y protección, en la medida que habían sido conformadas por familias cercanas a los guerrilleros. Estas zonas debían servir, en efecto, para conseguir abastecimientos y medicinas y servir de punto de encuentro de sus agentes urbanos con los dirigentes de los bloques.
El nuevo poder de las Farc
Pero quien le dio un real viraje a la acción de las Farc fue Alfonso Cano. Tras los severos golpes recibidos en el campo militar, se le hizo a él evidente que la lucha armada no era definitivamente la vía para llegar al poder. Y si observamos de cerca su famoso plan Renacer, descubrimos que su nueva estrategia comprende instrumentos políticos, económicos y sociales de peligroso alcance.
Los primeros, aparecen con la creación del PC3 (Partido Comunista Colombiano Clandestino), de las Milicias Bolivarianas y últimamente de la llamada Marcha Patriótica, capaz de movilizar huestes desde la Guajira hasta los confines amazónicos. A estos sustentos políticos se suman hoy, como lo hemos visto en el Cauca y otras amplias zonas del Pacífico, los resguardos indígenas y las comunidades afrodescendientes bajo su influencia y control. De esta manera, donde antes se encontraban frentes guerrilleros con el único poder intimidatorio de las armas, hoy, gracias a estos brazos políticos, que se mueven con mayor amplitud y penetración, se dominan municipios y regiones enteras, que se extienden no solo en el Pacífico, sino en el Putumayo, Caquetá, Vichada, Arauca y Catatumbo.
Tal poder político se consolida con los millonarios recursos que a las Farc les suministra el narcotráfico y ahora la minería ilegal. El dinero permite pagarles a los campesinos en vastísimas regiones del país los cultivos de coca, comprar fincas, pagar juntas de acción comunal e, incluso, financiar campañas electorales de sus más cercanos aliados.
Pero el más inesperado de los instrumentos de poder que hoy tienen las Farc lo acabamos de ver en el Catatumbo. Consiste en la captura de la protesta social. Lo han conseguido gracias a su penetración en toda suerte de sindicatos y organizaciones agrarias. Desde luego, se aprovechan de la real penuria que viven hoy en día millares de campesinos desplazados. Y aunque muchos de estos sean ajenos a la violencia que bloquea carreteras e incendia tractomulas, no pueden evitar que esta labor la cumplan milicianos organizados por las Farc. Al hacer explotar estos movimientos de manera casi simultánea en las más diversas regiones del país, Iván Márquez y sus compañeros muestran en La Habana su propósito de hacerse sentir como una contraparte de igual poder y fuerza que el propio Estado.
Sin duda ha sido un grave error considerar que se adelanta un diálogo con una guerrilla derrotada. Si bien militarmente nunca antes había recibido golpes tan rotundos, su nueva estrategia de lucha le permite considerar que está en camino de cumplir lo que se ha propuesto.
No es algo tan delirante como parece. A su favor juega hoy el descrédito de nuestro mundo político por obra del clientelismo y la corrupción; la debilidad del Estado; la ausencia de partidos fuertes y la irremediable bronca entre partidarios de Uribe y partidarios de Santos, que divide a las corrientes democráticas del país. Pero el arma más inquietante de las Farc es hoy su infiltración en la justicia gracias a abogados, jueces o fiscales cercanos a su ideología, a la compra de falsos testigos y otras maniobras con las cuales han conseguido crear una aguda zozobra en las Fuerzas Armadas. Por si fuera poco, el nuevo contexto continental les resulta favorable con la presencia de gobiernos promotores del llamado socialismo del siglo XXI, interesados en conseguir su penetración en Colombia.
En aras de su nueva estrategia, no es descartable que las Farc busquen el cese del conflicto armado, pero a condición de venderlo como quien quiere salir de un carro viejo, tratando de lograr por él el mejor precio posible. Este carro viejo –la lucha armada– ya no le sirve para la toma del poder. El Gobierno, por su parte, intenta no pagar un precio muy alto por esa compra y ganar con ello la vistosa lotería política de un acuerdo de paz. El mundo, de su lado, puede recibirlo de una manera muy positiva. Pero el riesgo de este desenlace es el de encontrarnos con unas Farc dueñas de amplias zonas del territorio, con un partido político de insospechada fuerza (la Marcha Patriótica) y la posibilidad de que, como ocurrió en Venezuela, Bolivia y Ecuador, aparezca en el panorama electoral un outsider, aparentemente inofensivo, capaz de abrirles las puertas del poder. Tal es el riesgo que debemos ver de frente, sin olvidar que las Farc están moviendo nuevas y peligrosas fichas en su tablero para alcanzar, sin pausa y sin prisa, su supremo objetivo.
PLINIO APULEYO MENDOZA
Especial para EL TIEMPO